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El capón, emperador de la mesa

Ángel Campos VILALBA

VILALBA

29 dic 2015 . Actualizado a las 14:17 h.

Según la historia, ya se menciona el capón en el Pentateuco, que es el conjunto formado por los cinco primeros libros de la Biblia?. También Aristóteles escribía sobre el arte de la preparación de tan suculento manjar, y además aparece mencionado en diversas obras como El libro de Buen Amor, El Quijote o El Buscón

   Esta ave era considerada un lujo en la antigüedad y solo accesible a las clases altas de la sociedad: por eso el dicho de «Capón de ocho meses, comida de reyes». Ya en la boda de Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia de Battenberg, el 31 de mayo del 1906, el plato principal  del banquete fue el capón.  Las posibilidades del capón son muchas, y a continuación exponemos dos recetas que recogen esa variedad. 

Porriol de capón

En primer lugar ponemos las carcasas de las aves y la pechuga de capón a cocer con las verduras cortadas en trozos regulares. Aparte freímos las almendras  en aceite de oliva y reservamos.

   Cuando la pechuga de capón  esté en su punto, la retiramos y la reservamos, y dejamos cocer el caldo por dos horas más.

Transcurrido este tiempo, colamos el caldo y lo ponemos en una marmita con las especias, las almendras fritas y la pechuga de capón cortada en trozos; pasamos todo por la turmix y reservamos en caliente.

   En una mesa espolvoreada de harina estiramos el hojaldre hasta darle un grosor de unos tres milímetros. Cortamos discos de un diámetro superior a la boca de la marmita o cazuela donde serviremos el caldo y reservamos. Cuando la pechuga de capón esté en su punto, la retiramos y reservamos y dejamos cocer el caldo por dos horas más.

    Ponemos el caldo de porriol en las marmitas individuales y cerramos con los discos de hojaldre, pintamos con el huevo batido y horneamos hasta que el hojaldre esté en su punto.

En pepitoria

Cortamos el capón en trozos regulares, lo pasamos por harina y doramos en aceite de oliva, reservar. En el aceite donde hemos dorado el capón, pochamos la cebolla en juliana y el ajo fileteado. Mojamos el conjunto con el vino blanco seco y dejamos reducir hasta la mitad. Añadimos el pan frito y las almendras fritas, así como un majado de ajo y azafrán en hebra. Agregamos el caldo de ave, y cocemos hasta que la cebolla se encuentre ya bien pochada. 

En ese momento en que este la cebolla pochada se tritura la salsa con una batidora y pasamos a una cacerola con el capón dorado y ponemos a cocer hasta que el capón este tierno. Añadimos al guiso los langostinos, rectificamos de sal y dejamos terminar de cocer.

Las posibilidades gastronómicas de esta ave son muchas. También valen diversos vinos para acompañarlo, pero vamos a inclinarnos por un tinto de la Denominación de Orixe Ribeira Sacra.