En la feria entraron unas 200 aves, que se vendieron con rapidez
22 dic 2018 . Actualizado a las 14:06 h.El capón vuela hasta después de morir. Así ocurre en ferias como la celebrada esta mañana en Vilalba: en el certamen se pusieron a la venta unas 200 aves, que ya antes del mediodía estaban vendidos. Diversos lugares de Galicia y del resto de España son el destino de los capones, que en muchos casos, sobre todo en los últimos años, ya se envían antes de la feria. Algunos ejemplares llegaron a venderse a 120 euros.
Al final de la feria, como es habitual, se entregaron los premios. Verónica López, de Vilapedre, se llevó el de mejor par; Adrián Lozano, de Lanzós, el de mejor cesta, y Oliva Souto, de Goiriz, el de mejor criadora.