El camionero que soñó con ser Henry Ford

Marta de Dios Crespo
MARTA DE DIOS LUGO / LA VOZ

VILALBA

M.D.C.

Ha diseñado un coche eléctrico que no necesitaría recargar y quiere crear una fábrica

13 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La cabeza de Ramón Roca (Vilalba, 1961) es un torbellino. Lleva seis años jubilado y ha invertido su tiempo libre en proyectar un vehículo eléctrico que no necesita repostar. Explica que el eje instalado en las ruedas traseras de su diseño es capaz de nutrir de forma autosuficiente al motor eléctrico pasando por un juego de baterías con un sistema de conexión de su propia invención. Tiene registrada la patente, aunque no piensa venderla. «No quiero el dinero para nada, a mí lo que me gustaría es montar una fábrica en Galicia y crear puestos de trabajo», resuelve.

Aprendió mecánica de crío, viendo trabajar a su padre rodeado de grandes camiones. «Antes había que andar remendando, no era como ahora», recuerda. Empezó a trabajar a los 13 años, hizo un curso de soldadura, pasó por varios talleres y casi siempre se ganó la vida como camionero. «Lo mío es observar y el coche eléctrico ahora mismo no se está vendiendo por las recargas. He buscado la solución y no es tan compleja», dice revolviendo entre sus papeles para tratar de explicar la lógica de su ocurrencia.

Se ha puesto en contacto con algunas marcas: Mercedes Benz, Seat, Ford y Citroën. Los departamentos de Investigación y Desarrollo de varias de ellas le han contestado, aunque de momento ninguna se ha mostrado interesada en su idea. Él busca ayuda para conseguir alcanzar su sueño: montar una fábrica de utilitarios en Galicia y crear muchos puestos de trabajo. «¿Crees que es buena idea?», pregunta con media sonrisa.

«Henry Ford revolucionó el mundo del transporte creando un montón de vehículos a bajo coste», señala. Él quiere hacer lo mismo con sus eléctricos autosuficientes, bajar los precios para que todo el mundo pueda tener uno. No solo quiere diseñar sus vehículos de cero, también ha discurrido un sistema para reutilizar los de combustión adaptándolos con su tecnología: eficiente y verde.

«Es una solución orientada al cuidado del Medioambiente, evitando desechar partes o vehículos al completo que son difícilmente aprovechables y contaminan, pues no llegan a reutilizarse», define en la segunda patente que quiere registrar. Pretende adaptar y fabricar turismos y furgonetas y ya le ha echado el ojo a un terreno en Penapurreira (As Pontes) por si alguna marca se atreve a embarcarse en su proyecto. «Soy vecino de Lugo, pero he pensado en esa ubicación por pura logística, está cerca y bien comunicado con el puerto exterior de Ferrol. Hay que pensar en todo», sonríe. La persistencia es su mejor arma. En diciembre empezó a cruzarse correos electrónicos con diferentes contactos de Mercedes Benz, hasta que consiguió transmitir su mensaje al departamento de Investigación y Desarrollo de la marca. Llegó hasta Stuttgart. Los alemanes le enviaron una carta en la que reconocen el «mérito» de su invento, aunque le anuncian que no están interesados por el momento. La negativa no le frenó. Ha llamado a la puerta de otras marcas de automoción como Seat, Ford y Citroën. De algunas todavía no ha conseguido respuesta, pero no se rendirá aunque todas le digan que no. Él tiene claro que su invento es capaz de revolucionar el sector de los coches eléctricos.