Hace 30 años, el Museo de Prehistoria de Vilalba iniciaba su actividad

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

VILALBA

En las salas del museo vilalbés hay piezas y se informa con paneles
En las salas del museo vilalbés hay piezas y se informa con paneles Carlos Castro

El empeño del médico José Ramil fue decisivo para que se crease la institución

06 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El campo de la arquitectura ha sido fructífero en las últimas décadas en restauraciones de edificios que se dedicaban a un uso distinto al previsto en su construcción. En Vilalba, con inversiones poco llamativas y con resultados más importantes por el contenido que por el continente, se dio una situación similar hace 30 años: con el comienzo de la década de los 90, en la capital chairega iniciaba su actividad el Museo de Prehistoria e Arqueoloxía.

El nombre indica claramente la orientación de la institución, cuya creación no se explica sin la figura del médico José Ramil Soneira (Ames, 1919 - Vilalba, 2014). Residente en el municipio vilalbés durante décadas, su vocación humanista lo llevó a realizar investigaciones y excavaciones en distintos lugares: por ejemplo, el abrigo arqueológico de Pena Grande, situado en la parroquia de Santaballa, fue objeto de atención suya hace décadas.

El museo tuvo como primera ubicación la antigua casa consistorial, situada en la plaza de Suso Gayoso. No nació destinado a albergar piezas que fuesen apareciendo, sino que pronto se convirtió en un espacio que ofrecía ejemplos de la amplia riqueza arqueológica chairega. El museo, cuyo nombre oficial es Museo de Prehistoria e Arqueoloxía de Vilalba (Mupav), prestó atención a municipios cercanos, y desde el primer momento incluyó entre sus actividades la celebración de jornadas y de foros.

El 4 y el 5 de julio de 1991, en Vilalba tuvo lugar un seminario sobre el Paleolítico en el que intervinieron profesores de varias facultades, investigadores y José Ramil, cuyo nombramiento como director había ratificado el pleno de la corporación unas semanas antes. Las actividades de semanas siguientes mantuvieron esa conexión con la localidad y con el resto de la comarca: para las fiestas de San Ramón se programó una exposición, y ese mismo verano, con José Ramil al frente, se realizaron —en colaboración con el Instituto Padre Sarmiento, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas— excavaciones en la parroquia de Labrada (Abadín).

Ramil acabó dejando la dirección, y al frente del Mupav está ahora Eduardo Ramil Rego, hijo suyo. No fue el único cambio, pues a principios de la pasada década la institución mudó de sede, trasladándose de nuevo a un edificio que antes había tenido otra función: se cambió al antiguo centro de salud, en desuso tras la construcción de unas nuevas instalaciones. Además de exhibir y de guardar piezas prehistóricas, el museo ha seguido organizando actividades dentro y fuera de sus salas. Su existencia además ha propiciado la creación de la Asociación de Amigos do Museo de Vilalba. En los últimos tiempos, por otro lado, no han faltado críticas más o menos veladas al Concello de Vilalba por la falta de mantenimiento que padece el edificio.

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