La alcaldesa pide a la Xunta que garantice unos servicios básicos en las instalaciones
23 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La estación de buses de Vilalba soporta años de abandono que saltan a la vista sin necesidad de entrar en el recinto. Sin embargo, hoy no hay alternativa para unas instalaciones cuyo mal estado se puso de manifiesto en días pasados: el Concello colocó un alumbrado de emergencia para iluminar la dársena, y luego la Xunta, titular de las instalaciones, realizó una actuación.
Hace varios años, se anunció que la solución al deterioro del edificio sería su cierre y que la alternativa consistiría en la colocación de una marquesina. La idea no se llevó a cabo, y los viajeros siguieron usando unas instalaciones que no han recibido ninguna atención desde hace años. Ni las taquillas están abiertas, ni la cafetería funciona, por lo que solo la dársena presta alguna utilidad a quienes suben o bajan de un autocar en la capital chairega.-
Para el viernes está prevista una reunión entre responsables del Concello y de la Consellería de Infraestruturas. La alcaldesa, Marta Rouco, aseguró este miércoles que el edificio debe seguir teniendo algún uso. «Que se manteña ou que haxa uns servizos básicos», dijo. A la posible construcción de marquesinas le puso un pero: demandó que si se construían, debían ser más bien grandes por el número de usuarios que usan la estación en fines de semana.
De todos modos, lo que al Concello le parece ahora prioritario es que el edificio siga abierto para que la gente, afirmó la alcaldesa, «teña un mínimo de comodidade». Para Rouco, además, es incoherente que se hable de promocionar el transporte público y que se mantengan en malas condiciones servicios como este.
Un centro de día con pocas opciones
Durante el pasado mandato se comentó la posibilidad de destinar la estación de buses a otro cometido. Usar el terreno para centro de día, solicitando fondos del programa Next Generation para la obra, fue una idea expresada por diversas organizaciones, aunque el plan no avanzó. Rouco recordó este miércoles que la estación seguía siendo de la Xunta, que la construyó a principios de los noventa en terrenos aportados por el Concello, y que no se podría pensar en nuevos usos mientras no fuese municipal.