Detenidos cuatro miembros de un clan en Vilalba por estafar casi un millón de euros a clientes por toda España con la venta de coches de segunda mano defectuosos

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

VILALBA

GUARDIA CIVIL

Los arrestados tenían un negocio en la capital chairega, pero lo cerraron tras la oleada de denuncias y se trasladaron a San Cibrao das Viñas (Ourense). La familia tiene un gran historial delictivo, con okupaciones y presuntos secuestros incluidos

12 jul 2025 . Actualizado a las 11:52 h.

Una conocida banda criminal de Vilalba (Lugo) ha caído tras años bajo el foco policial. Se trata de cuatro miembros de una familia residente en la capital chairega, que llevaban tiempo dedicándose a la compraventa de coches de segunda mano. Su actividad delictiva, conocida por la Guardia Civil y la Policía Nacional desde hacía mucho tiempo, ha derivado en una compleja operación conjunta que ha conllevado la detención de cuatro personas.

Esta familia, además de estas estafas, estuvo inmersa en varios casos, como la okupación de varios pisos en Vilalba y hasta por el secuestro de una menor durante unas fiestas populares.

La Benemérita notificó este sábado el resultado de una operación realizada a caballo entre las provincias de Lugo y Ourense. Esta, bautizada como «Ruvenalba-Friedri», ha culminado con la detención de cuatro personas, entre ellas uno de los cabecillas del entramado delictivo.

Según informó la Guardia Civil en una nota de prensa, los delincuentes ofertaban coches a precios muy inferiores al valor de mercado, con el kilometraje manipulado y aparentes buenas condiciones. Cuando las víctimas contactaban, se les pedía una reserva mediante transferencia, objetos de valor o pagos en efectivo por encima de los límites legales. Cargaban sobre sus espaldas con decenas de denuncias durante los últimos años.

Los investigadores han constatado que esta red criminal provocó un perjuicio económico superior a los 900.000 euros en víctimas de toda España, aunque la operación sigue abierta y no se descarta que aparezcan más afectados.

El concesionario multimarca Pitbull, donde se denunciaron varias estafas en la compraventa de coches
El concesionario multimarca Pitbull, donde se denunciaron varias estafas en la compraventa de coches

No pagaban impuestos

El modus operandi incluía el alquiler de bajos y naves industriales en Lugo y Ourense, donde exponían los vehículos hasta que eran desalojados por impago. Luego se trasladaban a otros locales para continuar con las estafas. Además, contaban con un sistema de atención telefónica permanente con cuatro líneas nacionales e internacionales, lo que les permitía operar las 24 horas del día.

Los compradores eran presionados para cerrar la operación rápidamente, sin margen para revisar los defectos ocultos de los coches. Para dar apariencia de legalidad, los estafadores presentaban contratos a nombre de supuestas empresas sin relación real con la trama. «Aportaban contratos en los que actuaban como mediadores empresas belgas [...] y así evitar que figuraran sus identidades en contratos mercantiles y eludir el pago de impuestos».

Durante los registros, realizados el pasado jueves en un domicilio en Villalba y en una nave del polígono industrial de San Cibrao das Viñas (Ourense), se incautaron 8.000 euros en efectivo, varios vehículos y numerosas joyas, algunas de las cuales estaban escondidas en pañales.

La organización tenía una estructura piramidal, con un líder encargado de recibir el dinero, mientras otros miembros se ocupaban de la gestión de ventas y del movimiento de fondos a través de distintas cuentas bancarias para dificultar su rastro. A los detenidos se les imputan delitos de estafa continuada, falsedad documental, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.

El operativo está coordinado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Vilalba (Lugo).

Los detenidos forman parte de una conocida familia de la capital chairega. Recientemente vendieron el concesionario Multimarca Pitbull, situado a la entrada de la localidad, y se trasladaron al polígono ourensano. La Guardia Civil llevaba meses tras ellos, recabando pruebas para poder arrestarlos. Estuvieron investigados por la okupación de varios pisos en el núcleo urbano vilalbés. Incluso estuvieron inmersos en un proceso en el que parecían ser las víctimas, ya que un clan rival de la localidad de Rábade habría intentado secuestrar a una menor de su familia para casarla a la fuerza con otro joven. El asunto llegó a juicio, pero la sorprendente declaración de la víctima hizo que acabasen absueltos.

La Guardia Civil da así un importante golpe a una organización conocida en toda la provincia por sus actividades ilícitas.