Adiós a Manuel Díaz, el dibujante que vigilaba el castro de Viladonga

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

OBITUARIOS

Díaz siguió vinculado con el mundo de Viladonga tras haber dejado de trabajar en el museo.
Díaz siguió vinculado con el mundo de Viladonga tras haber dejado de trabajar en el museo. CEDIDA

Trabajó en la seguridad del recinto castreño y en los primeros tiempos del museo

07 mar 2023 . Actualizado a las 20:01 h.

Manuel Díaz, fallecido en días pasados en Lugo ciudad a los 60 años, cuidaba y conocía el castro de Viladonga (Castro de Rei). Empezó a trabajar en el recinto en los años ochenta, cuando ya se llevaba tiempo con las excavaciones y cuando el Museo de Viladonga, situado al lado del castro para guardar y exponer las piezas halladas, daba los primeros pasos. Para ello, precisamente, se construyó el edificio que lo alberga. El Museo se inauguró oficialmente en 1986, años después de haberse acordado su creación para fomentar la conservación del patrimonio histórico. Las instalaciones dependían al principio del Gobierno y luego fuero transferidas a la Xunta.

Díaz tuvo contratos para trabajos de vigilante y también para formar parte del personal del museo. Su buen dominio del dibujo lo llevó a encargarse de realizar dibujos de las piezas que habían ido apareciendo en las excavaciones, iniciadas en la década de los setenta. Era un trabajo interesante porque se trataba de plasmar lo que los investigadores habían hallado en sus trabajos en el castro.

Elena Varela, actual directora del Museo de Viladonga, comenta que entonces no se disponía de los medios tecnológicos de la actualidad, aunque también matiza que un trabajo como ese no consiste exactamente en lograr la reproducción fiel de una pieza. Por el contrario, la función persigue que se pueda saber a qué parte de una pieza corresponde un resto que se halló. En cualquier caso, como reconoció Varela, el dominio del dibujo que tenía Manuel Díaz era notable, y en el Museo de Viladonga se conservan trabajos suyos. Esa función de dibujar piezas y restos de piezas continúa presente en la actividad actual.

Aunque luego tuvo otros trabajos, no quedó desvinculado de ese mundo. De hecho, como recordaba Elena Varela en días pasados, fue uno de los miembros fundadores de la Asociación de Amigos de Viladonga. Llevaba un tiempo enfermo, pero durante años continuó volviendo al lugar en el que había trabajado, en donde su persona todavía es recordada.