
El escritor keniano Ngugi wa Thiong'o, eterno candidato al Premio Nobel de Literatura, ha muerto a los 87 años en Atlanta, Estados Unidos. Valedor de la literatura escrita en lenguas africanas, vetado en su propio país, víctima de la persecución política y forzado al exilio por la dictadura de Daniel arap Moi.
Desde 1983 residía en EE UU, dado que sus invectivas contra los gobernantes de su país que ocuparon el poder tras la independencia le condujeron a detenciones y recurrentes estancias en la cárcel. A lo largo de una carrera literaria que duró más de seis décadas, su talento alumbró novelas como Un grano de trigo (1967) o El brujo del cuervo (2006), numerosas obras de teatro y cuentos, así como ensayos bien acogidos por la crítica y que ayudaron a sacudir conciencias como Descolonizar la mente (1986).
Sus obras analizan la herencia del colonialismo tras la independencia de Kenia (1963) y las relaciones entre los kenianos que se afanaban por la emancipación económica y cultural y las élites locales corruptas, que continuaron ejerciendo el papel de neocolonizadores. Escribió en prisión la novela El diablo en la cruz (1980), redactada en papel higiénico, el único que tenía a mano durante su encierro. En esa ficción se despojó del nombre colonial con el que había firmado hasta entonces, James Ngugi, y adoptó el que se le conoce en la actualidad. Sus primeras escritos están atravesados por la guerra contra el Mau Mau (1952 - 1960), la insurrección de rebeldes kenianos. La revuelta originó una represión atroz por parte de las autoridades inglesas. Su propio padre fue expulsado de sus tierras y dos de sus hermanos perecieron en la contienda. Esta historia está reflejada en su libro No llores, que data de 1964.