Pedro Barceló, socio número uno: «No quiero morirme sin ver al Racing jugar en Primera División»

José Valencia FERROL / LA VOZ

OPA RACING

Pedro Barceló, socio número uno del Racing.
Pedro Barceló, socio número uno del Racing. JOSE PARDO

Tiene 74 años y un tío lo hizo socio del club ferrolano el mismo día que nació

30 may 2023 . Actualizado a las 20:58 h.

Pedro Barceló (Ferrol, 74 años) es el socio número uno del Racing de Ferrol. Lo dio de alta un tío suyo el mismo día en el que nació. Sus padres le pagaron el carné hasta que él pudo hacerlo con sus propios recursos. Pese a los vaivenes del Racing, a algunos años complicados, nunca se dio de baja. Es un anecdotario de todo lo vivido en el desaparecido campo del Inferniño. Asegura que se alegró muchísimo por este ascenso, que le recordó al del 2000. Valora positivamente el trabajo realizado en el club, tanto en la gestión como a la hora de contratar jugadores y pide la renovación de Cristóbal Parralo.

—¿Cuántos ascensos ha vivido?

—Todos. Los ascensos y los descensos, en los que aprendí a jurar en arameo.

—¿El del 2000 fue especial?

—Fue muy parecido al que acabamos de vivir. También se movilizó muchísima gente.

—¿La campaña de este año fue excelente?

—Las pasamos canutas, como todos los años. Hubo muchas lesiones, vacilaciones y partidos que perdimos en los que no debimos de caer derrotados. Me acuerdo del que jugamos contar el Alcorcón, que perdimos con dos goles que regalamos al final.

—¿Le gustó el equipo?

—Mucho. Todos rindieron a un gran nivel, en especial Héber Pena y Carlos Vicente (yo le llamo Carlos quinto, es lo que lleva en la parte posterior de la camiseta, Carlos V). Además fue un equipo bien parido, muy práctico. Tu puedes jugar bien o mal, aunque lo más importante es ganar partidos. Se juega al fútbol para vencer, si además el equipo juega bien, pues ya es la felicidad total. Este equipo fue a lo positivo, a buscar puntos, ya sea en casa o fuera.

—¿Qué le parece la llegada del Grupo Élite al Racing?

—Impresionante, en todos los sentidos. La dirección deportiva ha sido perfecta y Cristóbal Parralo lo hizo igual de bien. Para mí, hace ya tiempo que el club le debió de renovar su contrato. De hecho, le mandé un wasap a Pepe Criado para decirle que amarraran al técnico, ya que me olía que nos lo iban a llevar. Me contestó que con cadenas y le dije que con lo que fuera. No hace falta ser muy listo para entender que vendrán a por él.

—¿Cómo ve ahora la Segunda División?

—La Segunda División es una categoría muy cruda. Solo hay que ver que de momento el Elche y el Espanyol son ya dos equipos descendidos de Primera a Segunda y ojo que el tercero incluso puede ser el Celta. A los que se unen los que siguen Eibar, Alavés, Sporting, Real Oviedo, etcétera. Va a ser una categoría muy complicada. Creo que lo que tendrá que hacer el Racing es fichar a seis u ocho jugadores de una categoría contrastada, como hicieron esta temporada en la que ficharon muy bien, por lo que aprovecho para facilitar a la dirección deportiva. Espero que no se equivoque en la próxima campaña y que vuelva a acertar a la hora de contratar refuerzos.

—Estos días se habló mucho de llevar al Racing a Primera. Al menos, es el objetivo marcado a largo plazo. ¿Qué le parece?

—Cuando fue el centenario del club me hicieron una foto con Pablo Rey, con Fina, que era la socia de más edad, y con una chica joven. Esa foto estuvo en varias vallas publicitarias y en un autobús, con el que me tuvieron tres meses viajando de Ferrol a Neda. Por eso, cuando voy por esa zona, noto que la gente me mira. El lema de la campaña era «Y si soñamos». Y yo sueño con subir a la Primera División y jugar la Champions League. Antes de morirme quiero ver al Racing de Ferrol jugando en la Primera División aunque sea solo una temporada. Yo no me puedo morir viendo al Racing en Segunda, quiero verlo en Primera. Además, hablan como si fuera imposible, aunque hay muchos ejemplos. Si subió el Compostela, el Extremadura, el Mérida o el Castellón, ¿por qué no lo puede hacer el Racing? Hay alguna ciudad que es más pequeña que Ferrol y tuvo un equipo en Primera.

—¿Cómo vio el gran apoyo que tuvo el equipo esta temporada y sobre todo en el decisivo encuentro contra el Celta B?

—Lo que yo espero es que los once mil aficionados que estaban el sábado en las gradas del campo de A Malata o en la plaza de Armas pasen por las oficinas del Racing a hacerse socios y así apoyar al equipo de cara al reto de la próxima campaña de liga en el división de plata del fútbol español. Espero que lo que hemos vivido, no sea como la gaseosa, que la abren, se le va la fuerza y se acaba todo.

—¿Qué pasó con la venta de entradas?

—No me gustó la forma en la que se hizo. Yo, como socio, tenía mi entrada. Fui a la cola a comprar dos para dos amigos y la cola era gigante. Llegue a las 08.25 y a las 15.15 ya no casi quedaban entradas y me fui. Se vendieron entradas de público y hubo gente que fue con 20 carnés.

«Vi a muchos presidentes, pero Isidro salvó al Racing»

Pancarta desplegada en A Malata en memoria de Isidro Silveira.
Pancarta desplegada en A Malata en memoria de Isidro Silveira. CÉSAR TOIMIL

Asegura que en todos estos años ha visto de todo en la presidencia el club: «Hubo de todo y para todos los gustos —explica— lo voy a dejar así. La llegada de Isidro Silveira fue un punto y aparte. Como todas las personas en cargos públicos, tenía sus partidarios y sus detractores. Yo podría comentar muchas cosas de lo que él hizo, para bien y para mal. Sin embargo, para mí fue un gran presidente y en su momento salvó al Racing. Si no fuera por él, ahora mismo el Racing de Ferrol no existiría. Lo menos que se puede tener por su recuerdo es agradecimiento. Está claro que en tantos años al frente del club, hay muchas cosas que se pueden cuestionar de su gestión. En tanto años quien es la persona que no se equivoca a la hora de tomar tantas y tantas decisiones como él tuvo que tomar. Además, salvo al club de su desaparición en un momento extremadamente grave en lo económico».

«En el Inferniño todo el mundo fumaba un puro, parecía que había niebla»

Imagen de archivo del estadio Manuel Rivera, en el Inferniño.
Imagen de archivo del estadio Manuel Rivera, en el Inferniño. RACING DE FERROL

Pedro Barceló conocía bien el desaparecido campo del Inferniño. Fui allí a ver cientos de partidos, tanto de niño, como de joven y posteriormente de adulto: «Llevó 74 años de socio, me dio de alta mi padrino, que en paz descanse, Arturo Losada Freire, el mismo día de mi nacimiento. Era un racinguista acérrimo, aunque, sorprendentemente, se fue a Coruña a vivir con su hijo y se hizo del Deportivo, lo que me sentó muy mal.

—¿74 años pagando el recibo?

—Nunca me di de baja, mis padres decidieron pagarme el abono hasta que yo tuve disponibilidad financiera. Yo nunca quise darme de baja y además fui a todos los partidos, salvo que estuviera enfermo. Era socio de tribuna descubierta y después me pase a lateral. ¡Mi madre, la cantidad de jugadores que vi pasar por el Inferniño! Tucho de la Torre, Bolitas, Prado, Zamorita, Gantes, Franklin... Cientos y cientos de jugadores.

—Habrá vivido muchas anécdotas...

—Recuerdo que cuando era socio de tribuna descubierta y llovía, la gente abría los paraguas y era imposible ver nada. Otra anécdota también curiosa es que a veces no se podía ver bien los partidos por el humo de los puros. Si ibas al partido y no te fumabas un puro no eras nadie. Todo el mundo llevaba su puro y con el humo se formaba una especie de neblina que no te dejaba ver bien. Otra costumbre que había era el carajillo. En nuestra grada no había ambigú, estaba en tribuna y pedíamos un vale para salir, ir a un bar cercano y volvíamos a entrar. De aquella se decía que había que tomar el café en los dos primeros partidos de liga, ya que con los mismos posos hacían café durante toda la temporada. En el último partido el café era agua chirla.

—¿Qué temporada recuerda?

—Hubo de todo, muchas buenas y otras infames. Recuerdo una en la que el Racing estuvo a punto de desaparecer. Estábamos en Tercera y si no ganábamos al Flavia en Padrón, descendíamos a Preferente y el Racing desaparecía. Marcamos faltando cinco minutos para el final, ganamos y a partir de ahí se recuperó.

—¿Había mucha afición?

—Mucha, lo que no había es los cánticos que hay ahora, los tambores y toda la parafernalia. Cuando más se abarrotaba el campo del Inferniño era en el trofeo Concepción Arenal, ya que venían siempre grandes clubes, entre ellos el Real Madrid. Se disputaba en pretemporada.