Los gastos del Racing se multiplicaron por diez en los siete últimos años

El dinero en el fútbol no lo es todo; hay que saber utilizarlo, pero, en general, allana el camino. Los éxitos deportivos del Racing en los últimos años no son fruto del azar ni de la casualidad, sino de una inversión económica que ha permitido al club disponer de mejores jugadores.

Cuando llegó el grupo Élite al Racing, en la campaña 2017-2018, el club ferrolano, que competía en la Segunda B, disponía de un presupuesto de gastos que no llegaba al millón de euros; en concreto, era de 840.410 euros. En la campaña siguiente, pese a que el equipo descendió a Tercera División, los nuevos propietarios del Racing aumentaron el presupuesto de gastos a 1.013.015, lo que facilitó que el equipo recuperara la categoría en tan solo una temporada.

En la campaña siguiente, la 2019-2020, en la Segunda B, los gastos ascendieron a 1.683.460 euros, y en la campaña 2020-2021, la del Covid-19, pese que apenas se ingresaron 89.000 euros por abonados, ya que los partidos se disputaron a puerta cerrada, el club aumentó su presupuesto de gastos a 2.594.837 euros, lo que permitió al equipo hacerse un hueco en la nueva Primera Federación.

La nueva categoría requirió de una plantilla más potente, mejores jugadores y ello siempre lleva emparejado más dinero. En la campaña 2021-2022, la primera en la Primera Federación, el presupuesto de gastos se amplió a 3.474.104 euros. Fue la campaña en la que el equipo se metió en playoff de ascenso, aunque cayó de forma injusta en la primera eliminatoria, que, de forma no menos injusta, hubo de disputar en Balaídos ante el Nàstic.

En la campaña siguiente, de nuevo en la Primera Federación, el club ferrolano mantuvo más o menos los mismos gastos. El presupuesto fue de 3.641.094 euros, apenas 200.000 euros más que en la campaña anterior, aunque la temporada del equipo fue excepcional, lo que le llevó a lograr el ascenso directo a la Segunda División.

Ya en la Liga Hypermotion los gastos se dispararon hasta los casi nueve millones de euros (8.933.000), subiendo en un 145 % los gastos de la campaña anterior. El salto en los gastos fue grande. La Liga establece que el sueldo mínimo de los jugadores de la Segunda División es, más o menos (varía de año en año), de unos 95.000 euros anuales, aunque hay muchos futbolistas cobrando cantidades superiores a esta cifra.

El propio Carlos Mouriz indicó que en la temporada anterior solo en pagar a los 27 futbolistas de plantilla, primero, segundo entrenador y preparador físico se habían empleado 4,5 millones de euros. Esta cifra, en palabras del director general del Racing, fue, junto a la empleada por el Eldense, la cifra más baja de toda la Liga Hypermotion, que ni se acerca a lo que pagan los buques insignias de esta categoría de plata.

El club ferrolano solicitó cuatro millones de euros del Plan Impulso de La Liga

Además de los gastos del club en el pago de las nóminas de los jugadores, equipo técnico, empleados, arbitrajes, viajes, etcétera, el club ferrolano ha tenido que afrontar unos gastos extras en las últimas campañas, desde el millón de prima por el ascenso a la Segunda División, a la reforma del vestuario local, la modernización de las oficinas del club en el estadio de A Malata y otras obras que tuvo que afrontar el club para tratar de adaptar la instalación a las exigencias de la Liga de Fútbol Profesional. Además, están los más de 300.000 euros empleados en la renovación del césped del campo de A Malata antes de iniciar su andadura en la Liga Hypermotion.

Para hacer frente a estos gastos extras el club echó mano de los fondos del Plan Impulso-CVC promovido por la Liga de Fútbol Profesional.

Se sabía que el Racing había pedido un dinero extra (es un préstamo a bajo interés, pero que hay que devolver), aunque nunca se había dicho la cantidad. La publicación Palco 23 asegura que fueron cuatro millones de euros, dos de ellos en la campaña 2022-2023, uno en la 2023-2024 y otro más en la próxima campaña, la 2024-2025.

 

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