
Los asturianos acumulan dos derrotas en sus dos últimos duelos oficiales
14 dic 2024 . Actualizado a las 17:06 h.Albert Einstein escribió que es en la dificultad donde se esconden las mejores oportunidades. Tras el varapalo sufrido la jornada anterior y con el sueño de que aparezca esa gran oportunidad descrita por el sabio alemán, la familia racinguista rinde visita al estadio que lleva el nombre del entrañable deportista por el que muchos amantes del fútbol rezamos siendo niños para que su secuestro tuviese un final feliz.
Un viaje en el que no va a faltar la calurosa compañía de esa parte de la familia formada por la afición, que ya agotó sus entradas días atrás, y que volverá a demostrar, a pesar de las dificultades de kilómetros, lluvias y resultados adversos, que, cuando se ama de verdad, ocurre lo mismo que con la respiración, es imposible dejar de hacerlo.
Un segundo desplazamiento a tierras gijonesas que nos evoca el recuerdo del primer viaje realizado en este año que agoniza y en el que la armada ferrolana sumó tres de los seis puntos conseguidos en la temporada anterior frente al cuadro sportinguista. Una victoria cimentada con ocho jugadores de las actuales plantillas de ambos equipos en el once inicial y que debiera servir de inspiración y fuente de motivación para un plantel ferrolano necesitado de catalizadores que activen de forma inmediata la reacción química que conduce a la obtención de mejores resultados.
Nos espera en destino un Sporting modélico en ese sentimiento de pertenencia, forjado de manera natural y espontánea, tan importante en la identidad y en la conexión con el entorno, que tantos puntos suma a lo largo de una temporada y que se evidencia con nueve de sus veintiún jugadores procedentes de las categorías inferiores. Juegan con la ventaja de disponer desde hace cuarenta y seis años de unas ejemplares instalaciones de entrenamiento en el barrio de Mareo, mientras adversarios suyos compiten en la misma categoría con instalaciones dibujadas sobre una hoja de papel.
De la mano de Rubén Albés, que no conoce la derrota como local ante el cuadro ferrolano en sus anteriores enfrentamientos, los sportinguistas han conseguido asentarse en la zona noble de la clasificación pese a contar con derrotas en sus dos últimas confrontaciones en competición oficial. El técnico gallego, convertido en referencia del mejor rendimiento de numerosos jugadores, se ha erigido en pieza determinante en la confección de una plantilla competitiva a la que sus dos incorporaciones más sobresalientes, Lander Olaetxea y Jonathan Dubasin, le han acompañado desde Albacete.
SISTEMA DE JUEGO
1-4-3-3, con un once inicial reconocible
El técnico vigués del conjunto sportinguista ha mantenido absoluta confianza durante el transcurso del campeonato al sistema de juego 1-4-3-3, en el que son habituales Rubén Yáñez en portería, con Guille Rosas en el lateral derecho y la alternancia de José Ángel Cote o Pablo García en el izquierdo. Rober Pier y Nikola Maras parecen seguros en el centro de la defensa, con permiso del canario Eric Curbelo, ya recuperado de su lesión. Lander Olaetxea por delante flanqueado por Nacho Méndez y Nacho Martín o César Gelabert, Jonathan Dubasin en banda derecha, Dani Queipo en banda izquierda, con Juan Otero como referencia ofensiva. La baja por sanción del guardameta Rubén Yáñez asegura la titularidad de Christian Joel y la lesión de su referencia ofensiva, Juan Otero, concede oportunidad de titularidad para Jordy Caicedo o Víctor Campuzano.
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— Real Sporting (@RealSporting) December 14, 2024
Menor protagonismo en las últimas jornadas para Kevin Vázquez, Gaspar Campos en el exterior izquierdo y el exracinguista Jesús Bernal, que no parece contar con la debida confianza de Albés y al que, una posible cesión al conjunto verde en el mercado invernal podría suponer un reencuentro con su mejor nivel deportivo.
ESTILO DE JUEGO
Con el ADN de Rubén Albés
El conjunto gijonés, fiel a la filosofía de juego impuesta por Rubén Albés en sus anteriores conjuntos, parte de un posicionamiento avanzado acompañado de una presión organizada y efectiva, con muy buena activación tras pérdida, que se hace especialmente intensa al acumular jugadores por el sector interior del terreno de juego, dejando los pasillos exteriores libres para la profundidad de sus laterales, omnipresentes en el juego ofensivo de los asturianos. Hacen uso de una brillante velocidad de circulación de balón, con transiciones rápidas de balón y sin dudar en surtir de balones las espaldas de los defensores adversarios, incluso con desplazamientos en largo desde su línea defensiva. Tanto en la fase de inicio de su juego ofensivo, con el fin de generar superioridades numéricas, como en las transiciones defensivas, es habitual ver a Lander Olatxea ubicarse entre los defensas centrales.
FASE OFENSIVA
Jonathan Dubasin, su jugador más determinante
En fase ofensiva, muestran una brillante efectividad en la gestión de los espacios de juego concedidos por sus adversarios, así como una gran capacidad de asociación, evidenciada por el elevado número de tantos conseguidos a través de asistencia en corto o de centro lateral, faceta en la que incorporan un buen número de jugadores a la zona de finalización. En acciones de ataque posicional ante rivales ordenados se muestran demasiado previsibles y con problemas para hacer progresar su juego en profundidad, circunstancia que se evidenció en el último de sus encuentros disputados.
El dominio de las estrategias ofensivas, muy bien trabajadas y con numerosas variantes, constituye otro de los puntos fuertes del conjunto sportinguista.
A nivel individual, Jonathan Dubasin está respondiendo perfectamente a la confianza otorgada por su técnico, acumulando cinco goles y seis asistencias en las jornadas disputadas.
FASE DEFENSIVA
Con margen de mejora en transiciones defensivas
En fase defensiva, muestran dificultades en las acciones de transición defensiva, especialmente visibles en ambas bandas, debido a los amplios espacios de juego que deja la línea defensiva a sus espaldas y a la lentitud mostrada en los repliegues. Asimismo, asumen en demasiadas ocasiones riesgos innecesarios en la fase de inicio de su juego ofensivo, traducido en pérdidas de balón en terreno propio de las que han sabido aprovechar algunos de sus adversarios.
Brillantes en la realización de interceptaciones a disparos a puerta de jugadores rivales, pero con margen de mejora en acciones de estrategia defensiva, donde es habitual observar errores en el seguimiento de marcajes individuales en el interior de su propia área.
En definitiva, el escenario y el adversario ideal para revivir la experiencia del primer desplazamiento realizado este año, con las imágenes del final del encuentro formando parte privilegiada de nuestro álbum de recuerdos y con el objetivo de mostrar la mayor de las rebeldías ante quien escribió que los recuerdos no se pueden abrazar.