David Castro, pilar defensivo a la altura de las circunstancias de un Racing Club Ferrol al límite

Encomendarse a la mística del fútbol, olvidarse de la pesadilla del dato y poner garra y corazón es lo que le queda a un Racing Club Ferrol, que visita este sábado El Alcoraz (16.15 horas, LaLiga TV Hypermotion) de un correoso Huesca al que resulta casi misión imposible hincarle el diente.

Los de Menéndez, que siguen acusando la ausencia total de colmillo ofensivo, no podrán dar un paso en falso ante un rival que ostenta el liderato en efectividad de goles (17, 51 %). No es perro ladrador el Huesca de Hidalgo, que llega poco y rentabiliza como nadie el arte del balón parado. Seriedad, madurez y altura de miras serán activos capitales en las filas de un Racing tendente a deshacerse cuando el viento sopla en contra y, después de estrenarse en el once inicial la pasada jornada en la era Menéndez, el papel de David Castro Pazos (Cuntis, 1995) puede resultar crucial.

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Arrancó la temporada en el hospital y cuando pudo reincorporarse ya corrían malos tiempos para la tripulación de la fragata verde, pero no dudó el avión de Cuntis en reconvertirse en lateral izquierdo y tapar la brecha que Cristóbal Parralo tenía abierta en la citada demarcación —logrando hacerse un hueco en el once ideal de la Liga por el partido que hizo ante el Cartagena —.

Con el cambio de cuerpo técnico, llegó a encadenar el gallego tres partidos sin ninguna participación y, lejos de rechistar, animó desde el banquillo como el que más y, según llegó a explicar Menéndez, dejó bien claro dentro del vestuario que él, con independencia del pedigrí de la categoría o de un posible descenso, tiene claro que su barco se llama y llamará Racing.

Ídolo del aire

Por todo ello, el preparador asturiano confió en él para erigir un muro defensivo caído en Anduva y pasó de no comparecer en el verde a disputar la totalidad del encuentro frente al Córdoba.

Y es que David Castro, con envergadura para minimizar el impacto estratégico del Huesca, es mucho más que centímetros y Menéndez puede haber encontrado en el dorsal quince al mejor aliado para escenificar el lema de «a luchar, a luchar y a vencer». Un baluarte en el juego aéreo y uno de los pocos referentes que quedan del histórico ascenso de la temporada 22-23 en el seno del vestuario.

Con solo 870 minutos de rodaje en liga y nueve titularidades, Castro cuenta con piernas frescas para sumarse a la causa de la salvación en un momento crucial para el club que le permitió dar el salto al fútbol profesional y hacerlo, además, frente a un Huesca que fue testigo de su regreso a los terrenos de juego tras un complicado virus abdominal el pasado octubre.

Con un viejo camarada de retaguardia como Miguel Loureiro en las filas rivales, la jerarquía del defensa de Cuntis en las inmediaciones de la portería de Jesús Ruiz es garantía de un compromiso que nunca había sido tan necesario en el seno de la fragata verde.

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«Ser el mejor de los mejores significa cometer errores y continuar», apreciaba el joven Maverick en la mítica película Top Gun. Y de eso, el ídolo del aire de A Malata sabe más que nadie. Sus errores sobre el verde, lejos de empequeñecer al zaguero, lo han transformado en ese hombre de club y ese central maduro capaz de leerle las intenciones al Huesca e impulsar a los suyos en el despegue hacia la salvación.

Álvaro Giménez, la pieza necesaria en el rompecabezas

Habrá que ver cómo lo ven Menéndez y Salvachúa, pero Álvaro Giménez forma parte de la convocatoria de la escuadra verde y eso, pese a que solo suma dos tantos en liga este curso, es una buena noticia para el preparador asturiano. El sistema 4-4-2 o la idea del saque en largo como arma de asentamiento en campo contrario piden a gritos un perfil como el de Il Demoni sobre el terreno de juego.

No solo por su olfato de nueve, sino por su capacidad para ganar duelos de espaldas y descargar el juego para generar superioridades en fase ofensiva. Así, después de avanzar que el delantero ilicitano que causó baja antes del varapalo ante el Santander está recuperado, queda por ver si el cuerpo técnico del Racing quema de inicio todas las naves e incorpora a esta pieza clave en el puzle o emplea al delantero como recambio de garantías.

Variaciones arriba

Y es que con Jauregi negado de cara a portería desde el pasado noviembre son varias las opciones que abre el regreso de Álvaro Giménez en el ataque ferrolano. Menéndez y Salvachúa podrían apostar por hacer coincidir a los dos delanteros sobre el terreno de juego y escorar a Raúl Blanco (también con molestias) a una banda acercando al de Moaña, que viene ejerciendo de segundo punta, al origen de las jugadas o bien mantener al mediapunta como segunda referencia y buscar una sociedad inédita con el ilicitano.

El papel de Héber Pena, que goza con plena confianza de Menéndez, podría también resultar clave porque ya se conoce a la perfección con un Álvaro Giménez, que el pasado curso ya rentabilizó los centros al segundo palo marca de la casa del naronés.

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También es novedad en la lista de disponibles el mediocentro de La Solana Fran Manzanara, que lleva en el dique seco desde finales del pasado año y que aportará versatilidad al repertorio que el cuerpo técnico maneja en el medio campo. Son precisamente estos dos jugadores y el lateral izquierdo Brais y el mediapunta Manu Vallejo los únicos futbolistas de campo que no han gozado de minutos desde la llegada de Alejandro Menéndez al banquillo y en El Alcoraz pueden tener su gran oportunidad para asentarse entre los hombres de confianza del míster.

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