El Racing Club Ferrol, en una constante huida hacia delante

Una huida hacia delante. Esa es la sensación que desprende un Racing Club Ferrol, que cayó por 3-1 ante el Huesca y jornada a jornada se aproxima cada vez más al pozo de Primera Federación.

El Racing de Ferrol cae en Huesca y sigue sin levantar cabeza (3-1)

Jose Valencia

Ya desde el arranque del campeonato, con una elevada renovación de la plantilla, la necesidad de tiempo para engrasar apremiaba mientras la competición y el calendario se empeñaban en correr en una dirección opuesta.

Pasaban los minutos de rodaje y los tan necesarios automatismos que convierten a veinticinco jugadores en equipo se negaban a aflorar. Nueve partidos sin ganar, con seis empates y tres derrotas, resquebrajaron el alambre por el que llevaban caminando demasiadas jornadas Cristóbal Parralo y Javier Manjarín y solo la resurrección en El Molinón —con victoria por 1-3 — calmó las aguas.

Un cabezazo y un parón invernal volvieron a ponerlo todo patas arriba. Tempus fugit, goleada en El Sardinero (6-0) y llegó la inevitable destitución al vestuario de A Malata.

La nueva era, con Alejandro Menéndez a la cabeza, se inició con una victoria que, a medida que pasan las semanas, cada vez cobra más forma de espejismo porque al complicado asalto del Ciutat de València le suceden ya cuatro derrotas consecutivas.

Una crisis de resultados en liga, que no se había producido desde el regreso del cuadro naval al fútbol profesional. La matemática sigue siendo ese clavo al que agarrase para un Racing que sigue, después de la derrota del Burgos, se mantiene a once de la permanencia con cuarenta y dos puntos en liza. No obstante, el chicle de las 42 jornadas se agota y este miércoles (20.00 horas, LaLiga TV Hypermotion) el discurso del «hay que pensar en el siguiente» podría quedar ya vacío de todo sentido.

Y es que el duelo en A Malata frente al Burgos puede marcar un antes y un después en el que, en caso de derrota, las opciones de remontar el vuelo se reduzcan a la enésima potencia. El Racing se juega la vida en el aquí y ahora porque la competición, a estas alturas, ya sí que no espera por nadie y de poco o nada sirve tampoco seguir pasando las hojas del calendario mientras el equipo y sus aspiraciones siguen en caída libre.

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