









Un penalti, que tuvo que ser repetido, y la no señalización de otro a favor marcaron la quinta derrota consecutiva de un equipo casi desahuciado
06 mar 2025 . Actualizado a las 00:56 h.Los mortales solo somos sombras y ceniza. Así, tan claro como se auguraba un futuro negro a los que salían a pelear a la arena del Coliseo en Gladiator, lo que se venía mascando desde hace ya demasiadas jornadas en el seno del Racing Club Ferrol quedó constatado, para más señas, este miércoles de ceniza en el que la gota colmó el vaso en A Malata con un revés en forma de penalti por mano de Castro, que atajó en primera instancia Yoel Rodríguez y tuvo que ser repetido; acabó en gol y se convirtió en broma macabra cuando el colegiado no castigó una mano de Florian Miguel favorable a los locales.
2?????9?0? | 0-1 | Final en A Malata #RacingFerrolBurgosCF #matchdayRCF pic.twitter.com/jMYEP625LI
— Racing Club Ferrol (@racingferrolsad) March 5, 2025
Quinta derrota consecutiva para los de Menéndez, que se quedan al borde de la certificación matemática del descenso a falta de 13 jornadas para el final de la competición, en un partido al que el Burgos echó el freno de mano ya desde los primeros compases. No obstante, no se puede acusar al técnico astur de inmovilista, que sorprendió revolucionando el once con Yoel Rodríguez como principal novedad bajo palos.
Primera posesión para los locales, que en el minuto tres gozaron de la primera ocasión a cargo de Raúl Blanco. Atajó Cantero, que se llevó una sonora pitada instantes después por demorarse en el saque. A Malata jugaba su papel. Perdía el Pocho poco después la marca de Arroyo, que se adentraba con decisión en las inmediaciones del área local para enmudecer momentáneamente a una grada que reavivó el despeje de Álvaro Sanz.
Precisamente el maño comprometía a Buñuel en una mala entrega, que cristalizó en el primer saque de esquina favorable a los de Ramos. La cosa acabó en finalización de Espiau, que por fortuna dirigió al cielo del fortín de la ría. Apenas habían transcurrido diez de partido y, pese a la revolución en el once, el guion recordaba al de otras aciagas tardes. Un tocado Elady obligaba a Ramis a agotar su primera ventana en el trece, volvía a rodar el balón sobre el verde y ninguno de los dos equipos lograba adueñarse del dominio del partido. Situación beneficiosa para un Burgos que contaba con la ansiedad de los anfitriones como principal aliada.
La solución la encontraba Héber con un envío largo a la espalda de la defensa visitante al filo del veinte. Anticipó Cantero, pero el Racing encontraba una grieta en el entramado defensivo rival y, poco después, tiraba de librillo de la vieja escuela el Burgos para frenar el ritmo con interrupciones.
Volvía a ejercer Héber Pena de arma letal, con un centro a Jauregi. Caída del ariete vasco en el área que no sancionó con pena máxima Arcediano Monescillo. Un cuarto de hora para el descanso, las prisas llamando a las puertas de los de Menéndez y en las de Ramis, por el contrario, absoluta calma y la premisa de «a la mínima, al suelo» quedando patente sobre el verde de A Malata.
En la defensa de un centro lateral, el cuero impactaba en el brazo de Castro. Alertaba el VAR al colegiado y enésimo golpe para el Racing en forma de penalti en el 45. Percutía Ojeda, atajaba magistral Yoel, estallaba A Malata en júbilo y cortaba la fiesta el colegiado, que mandaba repetir por invasión del área de varios jugadores. A la segunda, con David González como lanzador, asestaba el Burgos un golpe difícil de digerir a jugadores y grada.
La mano invisible
Se reanudaba la contienda con un contacto de la mano de Florian Miguel con el esférico dentro del área. Ni colegiado ni VAR señalizaron nada para echarle más leña al fuego a la cosa en el fortín de la ría. Agitó el avispero Menéndez a la hora de partido, con Brais y Naim como revulsivos.
Cedían los de Burgos el cuero a un Racing, que se atascaba para no variar en el último tercio. Agotaba los cambios el Racing a falta de diez, dando entrada a Chiki y a Álvaro Giménez. Precisamente fue el ilicitano el que protagonizó la finalización de dos llegadas claras de los locales. No pasaron de intentonas y el plan de partido que el Burgos llevaba masticando toda la semana se ejecutó a la perfección en A Malata. El Racing está ya a catorce de la permanencia a falta de 13 partidos y queda prácticamente desahuciado del fútbol profesional en su segunda temporada consecutiva en Segunda tras quince años de ausencia. Parte del respetable se despidió de la casa del fútbol de Ferrol al grito de «Mouriz vete ya» y es que se vienen tiempos difíciles en A Malata donde queda un mundo sin ninguna esperanza.
Ficha técnica:
RACING: 0
Yoel; Buñuel, Naldo, Castro, Pocho (Brais Martínez, min 63) ; Señé (Perea, min 71) , Sanz; Dorrío (Chiki, min 77), Heber, Raúl Blanco (Naim, min 63) y Jauregi (Álvaro Giménez, min 77).
BURGOS: 1
Cantero; Arroyo, Aitor Córdoba, Sierra, Florian Miguel; Expósito, Atienza; Ojeda (Sancris, min 46), Elady (David, min 14 (Pipa, min 82)), íñigo Córdoba (Curro, min 46)y Espiau (Fer Niño, min 55).
GOL: 0-1, min 45: David González (p.);
ÁRBITRO: Arcediano Monescillo (comité castellano manchego). Amonestó a Señé (min 68) con amarilla en las filas locales y a Florian Miguel (min 74).
INCIDENCIAS: Vigésimo cuarta jornada en Segunda División en el estadio de A Malata ante 4.484 espectadores.