
Pese a que Alejandro Menéndez intenta apelar a la evolución como estímulo positivo, el equipo carece del fuelle necesario para la categoría en ambas áreas
10 mar 2025 . Actualizado a las 11:05 h.Evolución, posesión, dominio, hundimiento del rival. Son solo algunas de las pinceladas que en las últimas jornadas ha deslizado Menéndez sobre el juego de los suyos. Si bien es cierto que para evitar que la depresión se cronifique e instale entre las filas del Racing Club Ferrol, es comprensible y necesario que el preparador asturiano apele al estímulo positivo.
De entre la lista de bondades enumeradas por el técnico, el brochazo, tan abstracto como comentado, ha sido el de que el juego de los suyos posee «mucho contenido». Un contenido que se pudo intuir en los primeros veinte minutos de juego en el Nuevo Los Cármenes ante el Granada, pero que se diluyó en la zona roja del terreno de juego. Ese último tercio en el que se deciden los partidos.
Para muestra, las dos contras en las que Dorrío llega al espacio de peligro y se ve incapaz de encontrar la fórmula —bien sea el pase o el disparo —para finalizar jugada. Ni siquiera en esta ocasión puede el míster agarrarse a un dato de posesión, repartido en un 50-50 y con un claro mejor aprovechamiento de los de Escribá.
Porque no, tal y cómo quedó ya patente ante el Huesca y el Burgos, amasar más balón no es sinónimo de dominar y, en lo que se refiere a la fase defensiva del juego, resulta mejor no recapitular en materia de contenido.
Con los duelos perdidos —tanto aéreos como en el suelo —y los errores defensivos, que han pasado de laguna a lago caudaloso en apenas unas jornadas, el escaso contenido que se pueda generar en ataque de nada vale.
Y es que este Racing, que peca de absoluta falta de equilibrio, encuentra vías de agua constantes en todas sus líneas. Porque si la caja de los truenos parecía la medular, por las ausencias de Perea y Señé, el juego más directo del equipo evitó que la sanción del catalán se convirtiese en incapacidad para iniciar jugada.
Salvada esa, surgieron otras papeletas.Unas nuevas, otras recurrentes y alguna ya desgastada. . Pero, en definitiva, el contenido del juego del Racing —sea cual sea— se queda en anécdota superflua porque los resultados no llegan y todo apunta a que quizás el problema sea que no hay continente.
Y eso, inevitablemente, acaba derivando en un contenido vacío.
El partido en datos:
LAS ESTADÍSTICASGranada Racing
50 % Posesión 50 %
388 Pases 386
2 Ocasiones claras 0
11 Tiros 9
0 Salvadas portero 2
8 Córneres 6
0 Fueras de juego 4
13 Faltas 12
1 Amarillas 1
0 Rojas 0
59 % Duelos 41 %
52 % Duelos aéreos 48 %
12 Entradas 12
7 Interceptaciones 5
57 Recuperaciones 57
OTROS DATOS
57 % pases largos
Más directos
Con 24 de 42 pases en largo completados, la ausencia de Señé derivó en un juego más directo del que tampoco sacaron frutos en el último tercio.
Tres, a puerta
Sin culminar
La efectividad vuelve a penalizar a un Racing que logró tres disparos entre los tres palos, la mayoría en la segunda mitad, y que enlaza ya dos partid