Yoel Rodríguez, un experto en derbis bajo los palos del Racing: «Vamos a intentar dar lo mejor, no podemos permitirnos el lujo de no darlo»

Elba de la Barrera Agulló
E.Barrera FERROL / LA VOZ

OPA RACING

JOSE PARDO

Vigués y celtista de corazón, encara el partido con el Dépor con una motivación extra y tampoco esconde el portero su interés en quedarse en Ferrol: «El club dirá»

26 mar 2025 . Actualizado a las 22:44 h.

Yoel Rodríguez (Vigo, 1988), que aguardó pacientemente su oportunidad y ha conseguido hacerse con la titularidad y custodiar la portería del Racing Club Ferrol en esta recta final de liga, es un experto en derbis y encara el partido del sábado frente al Deportivo (16.15 horas, LaLiga TV Hypermotion) con una motivación que va más allá de saber que la cada vez más quimérica permanencia pasa por doblegar al vecino: «Siempre que me tocó jugar contra el Dépor, siendo de Vigo y celtista no lo voy a negar, es un partido súper especial. Ya en Eibar era un derbi más y mucho más aquí con la rivalidad que hay. Es un partido especial y los tres puntos se tienen que quedar aquí como sea», valora el portero formado en la cantera del Celta de Vigo.

Además, aprecia, no hay que explicar a los jugadores foráneos de lo que supone para la marea verde un partido de estas características por muy hundida que la fragata esté en la tabla. «A los de fuera no creo que haya que decirles el partido que es. La gente está esperando este partido durante toda la temporada y los que estamos en el vestuario sabemos de la importancia del partido y sabemos que es el partido del año aquí en nuestra casa y esperemos salir con la cabeza alta», destaca.

Por todo ello, es este el partido perfecto, para una reconciliación entre vestuario y grada: «Desde dentro del vestuario entendemos que la gente esté dolida con nosotros, pero más que nunca ahora los necesitamos. Nosotros vamos a intentar dar lo mejor que tenemos cada uno dentro. No podemos permitirnos el lujo de no darlo y esperemos que ellos, en un partido tan bonito como el que tenemos, estén con nosotros hasta el final y poder celebrar el partido todos juntos», reflexiona.

Así, resta importancia a su actual rol de titular en detrimento de Jesús Ruiz y apela a ese bloque que quizás no ha conseguido compactarse lo necesario este curso en A Malata. «Tenemos que olvidarnos un poco de lo personal y tenemos que pensar que lo importante es que todos juntos tenemos que intentarlo hasta el final. Ir sacando resultados, tiene que ser rápido porque se nos acaba el tiempo. Como se suele decir, hasta el rabo todo es toro y esperemos empezar el fin de semana dando una alegrí aquí en casa», destaca dejando claro que no da por perdida la batalla por la salvación.

«Nosostros desde pequeños, en la portería, ya nos preparan para eso y al llegar a cierta edad sabes que puede pasar e intentar estar siempre preparado porque en cualquier momento puede cambiar la situación y si estás preparado y estás bien normalmente salen las cosas como quieres o como intentas que salgan», insistía para evidenciar que su papel como suplente estaba totalmente normalizado y su única intención era la de ayudar a reflotar el barco. 

El momento más duro en el sitio en el que quiere continuar

Pese a la garra y arrojo que se desprenden de sus palabras, no esconde que el hecho de que perder se esté convirtiendo en rutina es algo que pasa factura. «Siempre que vienes de una derrota, la semana se hace más dura...pero viene un partido súper bonito y hay que vivirlo con alegría», indicaba. 

«Hay que entrenar bien y que la alegría se lleve hasta después del partido y que salgamos de aquí satisfechos», insistía dejando claro que saltará el sábado al verde de A Malata con la premisa de evitar que Villares, Mella, Yeremay y compañía logren perforar su red. 

«Ellos, trayendo la dinámica que traen fuera de casa que son un equipo peligroso, seguro que van a venir a buscar el partido y nosotros trataremos de hacer nuestro partido para frenarles sus impulsos y poder sacar el resultado a favor», valoraba sobre un cuadro herculino con más colmillo lejos de Riazor. 

Además, valora, no hay que pensar mucho más allá de los 90 minutos de choque vecinal que se aproximan: «Por experiencia sé que las cosas tienen que sacarse así y lo primero es pensar en este partido. Después tenemos una semana larga para preparar el siguiente, pero hay que empezar por aquí», detallaba. 

Sobre el vestuario, la reiteración de fallos y la falta de fútbol que arrastra el Racing, defiende Yoel que cada uno gestiona la situación como puede. «Va dentro de cada uno y, entre todos, tenemos que ayudarnos los únicos a los otros. Al final, el fútbol son errores y si un compañero puede solucionar el error de otro..., pues mucho mejor. Hay que estar súper concentrados y súper finos todo el partido porque no podemos permitirnos el lujo de regalar nada a nadie», reflexionaba el vigués.

Tiene claro, eso sí, que esto no va de falta de compromiso: «No creo que no haya actitud. Cuando recibimos un gol, es verdad que recibimos un golpe y el equipo da un pequeño bajonazo. Pero bueno, en Málaga la segunda parte tuvimos todo el rato el control sacando dos pérdidas. No creo que haya gente que no sea profesional. Trabajamos todos los días, con intensidad en el entrenamiento. Las cosas salen o no y es normal que la gente comente. Siempre que la situación es mala estas cosas pasan y nosotros tenemos que seguir», indicaba. 

Pero, ¿por qué cuesta todo tanto en ambas áreas entonces? «Va todo enlazado. A la hora de defender podemos cometer errores que nos traen problemas y arriba parece que no damos con ese gol que espante toda la porquería que llevamos dentro y poder coger confianza. No es que no lleguemos al área, viendo el vídeo del Málaga ponemos un montón de centros y la gente llega. Nos falta ese gol», explicitaba antes de reconocer que este curso de regreso a Galicia está siendo, a nivel deportivo, el más duro de su dilatada carrera: «Estuve en un montón de sitios. Me tocó estar en Eibar cuando ascendimos y nos costó un montón ganar, pero una situación como esta nunca la viví», admitía.

Algo que no impide que Yoel avance que, sea o no en el fútbol profesional, está a gusto en A Malata y le gustaría seguir guardando el arco más allá del 30 de junio: «Es el club el que tiene que decidir quien quiere que esté aquí y quien no. Yo estoy cerquita de casa, feliz y contento aquí y el club dirá si tengo que estar aquí o no», zanjaba.