Brais Martínez analiza el «bucle» del Racing Club Ferrol: «Hasta ahora me había salido todo a pedir de boca, pero este fue un año raro»
OPA RACING

El lateral de Baiona, que no desvela la duración de su contrato y liga su futuro a una conversación con Carlos Mouriz a final de temporada, admite que el curso fue duro y la reconstrucción debe pasar por armar un buen bloque humano
24 abr 2025 . Actualizado a las 17:27 h.De «aprendizaje». Así define el lateral izquierdo Brais Martínez (Baiona, 2001) la temporada de infierno que, después de una meteórica trayectoria desde Tercera hasta el fútbol profesional, le ha tocado vivir en el Racing Club Ferrol. El equipo que le brindó la oportunidad de debutar en Segunda y con el que celebró un subcampeonato de invierno.
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— Racing Club Ferrol (@racingferrolsad) April 24, 2025
? "Tenemos que centrarnos en competir y terminar la temporada con la mejor imagen posible."
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Por todo ello, el gallego lleva todo el curso tratando el por qué del descenso a los infiernos: «Es algo a lo que le doy bastantes vueltas y no sabría decir exactamente. Creo que se juntó todo. No arrancas bien y se suceden lesiones de gente importante: Cabaco, Fran. No terminas de arrancar y en los momentos importantes no se dan las cosas y te ves abajo y la gente psicológicamente está dolida y empiezan a ir a peor las cosas. Ahí entras en bucle», reflexiona.
A nivel personal, después de un segundo curso en el que las lesiones le han impedido explotar al 100 %, admite que «fue un año duro». «Tema lesiones, parece que vuelves y recaes. El equipo no funciona», ahonda.
Así, después de encadenar ascensos de categoría curso tras curso, explica que mirar a la cara al descenso «es una sensación nueva». «Hasta ahora, por suerte, me había salido todo a pedir de boca y este no se dieron las cosas y fue un año raro. Por momentos se te hace bastante duro, pero tienes que acostumbrarte y dar todavía más para tratar de revertir la situación», detalla.
No obstante, tiene claro Brais que todavía hay cosas en juego en esta recta final en la que el equipo está desahuciado. «Sabemos que es muy, muy difícil salvarnos y tenemos que centrarnos en competir todos los partidos, hacerlo lo mejor posible y acabar dando la mejor imagen posible», determina.
El grupo, clave
En este sentido, confiesa que la victoria frente al Eldense era muy necesaria: «Fue un alivio grande para todos. Necesitábamos ganar y meter el gol, que llevábamos mucho tiempo sin anotar y tenemos que tratar de darle continuidad ahora», explicita el de Baiona. Pero, ¿cómo encaran en el vestuario el partido del lunes frente al Almería?
«Cada partido es distinto. Los jugadores, la forma de jugar. Todo. Nosotros tenemos que aprovechar que venimos del pequeño subidón de la victoria y darle continuidad», detalla sobre un rival al que esperaba ver pelear por cotas más altas.
«Es un equipo que esperabas, por calidad individual, ver más arriba. Pero, a veces, las cosas se dan así», subraya.
Y, ¿qué hay de su futuro en el Racing? «Aquí estoy contento y ahora mismo estoy centrado en los partidos que quedan y en dar lo mejor de mí y luego ya se verá», indica sin dar pistas sobre si seguirá como tripulante de la fragata verde. Tampoco desvela el de Baiona la duración de su contrato: «Eso es algo que tendré que hablar con Carlos Mouriz en su momento», expone antes de dejar claro que entiende la frustración de la marea verde este curso.
«Es comprensible que baje el furor que había en los años anteriores. Por suerte yo no tengo queja en el trato con la gente, pero se nota que hay menos pasión que antes. Además, no soy una persona a la que todo eso de que le paren por la calle le guste en exceso. Soy bastante tímido», admite.
En lo que sí no da lugar a la ambigüedad es en su creencia de que, con él o sin él, la clave del éxito del Racing fue y será lo compacto del bloque humano. Algo fundamental en la futura reconstrucción: «Es algo imprescindible. Cuando llegué aquí la adaptación fue muy, muy fácil. Llegas aquí, con jugadores y gente normal, que te acogen y te dan un trato inmejorable en el día a día y eso, para mí, es imprescindible», zanja.