
Los almerienses únicamente suman tres victorias en los últimos catorce encuentros
27 abr 2025 . Actualizado a las 22:00 h.Tras una trabajada victoria, forjada con sudor y orgullo, se han logrado apartar los fantasmas que amenazaban con manchar el nombre de la entidad ferrolana con récords históricos que no nos representan. Un fin de semana en que nuestro deporte se ha convertido en escenario de ruidos exagerados que han logrado ensordecer a la razón, llantos justificados, actitudes prepotentes y silencios incomprensibles coincidiendo con la disputa del encuentro más importante de la temporada.
? ¡Estamos PREPARADOS para el #AlmeríaRacingFerrol! pic.twitter.com/iUiAp2Jhun
— UD Almería (@U_D_Almeria) April 27, 2025
Afronta el Racing Club Ferrol la trigésimo séptima jornada aún de pie, mirando de frente la sombra fría del posible descenso matemático de categoría, pero con la llama ya encendida con el anhelo de renacer. Un desafío que encararemos con la esperanza de que, llegado el momento, la familia verde inicie la cuenta atrás hacia el regreso a un fútbol profesional que, por historia y por la honestidad del trabajo realizado, le pertenece.
Un viaje de ida y vuelta que debe estar guiado por el señorío que nos ha hecho grandes, con el respeto que parecen haber olvidado grandiosas entidades, modélicas en tiempos pretéritos, pero que hoy han elegido arrastrarse por la ciénaga de la ofensa atentando, partido tras partido, contra la pureza de este bello deporte.
Visita a la ciudad de Almería, escenario que evoca uno de los recuerdos más gloriosos del conjunto verde: aquel 1-6 inolvidable, hace veinte años, bajo la dirección técnica de los hermanos Veiga en, quizá, el encuentro más brillante de los disputados por el conjunto ferrolano en categoría profesional. Un conjunto almeriense que, de la mano del técnico catalán Joan Francesc Ferrer Rubi, transita por la senda de la máxima irregularidad, capaz de convertirse en el equipo más goleador de la categoría, y, al mismo tiempo, en el cuarto conjunto más castigado en su propia portería. Pese a su montaña rusa de sensaciones, el Almería mantiene intactas sus opciones de cerrar la temporada entre los seis primeros clasificados y pelear por el ansiado ascenso a la máxima categoría. Un equipo capaz de lo mejor y de lo peor, con catorce jornadas consecutivas sin conocer la derrota que le auparon a la parte noble de la clasificación, seguidas de tres únicas victorias en las últimas catorce jornadas.
Un Almería que no ha dudado en aprovechar el mercado invernal para apuntalar su plantel con las incorporaciones del mediocentro Selvi Clua y el extremo Lázaro Vinicius, intentando paliar el golpe que ha supuesto la baja de larga duración de uno de sus puntales, Iddrisu Baba.
Sistema de juego
1-4-1-4-1, con la incógnita del sustituto del pivote Dion Loppy
El técnico catalán del conjunto almeriense ha mantenido durante gran parte de la temporada el sistema de juego 1-4-2-3-1, estructura que, en las últimas jornadas parece haber evolucionado a un 1-4-1-4-1, con la presencia de Dion Loppy en la posición de pivote, por delante de la línea defensiva. Sin embargo, la baja por sanción del jugador senegalés, unido a la pésima imagen ofrecida por el conjunto almeriense en la última jornada, podrían provocar cambios significativos tanto en el sistema, como en la elección de jugadores para el once inicial.
En circunstancias normales, el Almería ha optado por Luis Maximiano en portería, Radovanovic y Edgar González en el eje de la zaga, acompañados de Marc Pubill en el lateral derecho y la alternancia de Bruno Langa y Álex Centelles en el carril izquierdo. Dion Loppy como ancla en el pivote, por detrás de Gonzalo Melero y Luca Robertone, que parecen haber avanzado su posición en relación a la primera vuelta de campeonato, Nico Melamed y Leo Baptistao parecen fijos en bandas, con la referencia ofensiva de Luis Suárez, actual máximo goleador del campeonato. Opciones de titularidad para Sergio Arribas en la media punta y Arnau Puigmal en banda derecha, que parecen haber perdido protagonismo en las últimas jornadas.
La sanción por acumulación de amonestaciones de Dion Loppy, plantea una reestructuración del sector central en el encuentro que nos ocupa, con opciones para su sustituto natural, Selvi Clua, de entrar a formar parte del once inicial.
Menor protagonismo en esta fase final de temporada para el guardameta Fernando Martínez, el lateral diestro Alejandro Pozo, el central Kaiky Fernandesel extremo Lázaro Vinicius, el media punta Gui Guedes, los delanteros Marko Milovanovic y Rachad Fettal, así como del exbarcelonista Chumi, pendiente de recuperación de lesión.
ESTILO DE JUEGO
Mayor posesión de balón en la segunda vuelta
El conjunto almeriense alterna distintos tipos de posicionamiento a lo largo de un mismo encuentro, buscando con ello de sorprender a sus rivales, pudiendo observarse fases de bloque de presión medio- alto, con presión no excesivamente intensa sobre el poseedor de balón, combinadas con momentos de repliegue en bloque medio.bajo, donde conceden la iniciativa de juego a su rival para, una vez recuperado el balón, explotar sus principales virtudes: la velocidad, la verticalidad y el brillante aprovechamiento de espacios de juego a las espaldas de las defensas adversarias, contexto en el que Luis Suárez hace valer una determinación propia de categorías superiores.
No obstante, su estructura táctica no está exenta de grietas, detectándose, en numerosas ocasiones, impropias distancias entre líneas que han generado espacios de juego que varios de sus rivales han sabido explotar en su beneficio.
A medida que ha avanzado la temporada, el conjunto almeriense ha evolucionado en su propuesta ofensiva, dejando atrás la escasa elaboración con desplazamientos de balón en profundidad con búsqueda constante de sus jugadores más avanzados, optando en la segunda vuelta por un modelo de juego más elaborado y combinativo, una transformación que se refleja en datos, siendo el cuarto conjunto de la categoría con mayor porcentaje de posesión y el segundo con mejor porcentaje de pases acertados en campo contrario, Un crecimiento sustentado en la alta calidad técnica de sus jugadores más avanzados.
En las últimas jornadas, el conjunto almeriense ha dejado entrever una preocupante fragilidad en la última fase de sus encuentros, donde el esfuerzo acumulado ha encontrado castigo en forma de goles encajados, una evidencia que sugiere que, en este tramo crucial de la temporada, transiten alejados del pico de forma que exige la lucha por grandes aspiraciones dentro de un campeonato tan igualado en el que pequeños detalles dictan sentencias.
FASE OFENSIVA
La determinación de Luis Suárez, su mayor potencial
El potencial ofensivo del conjunto andaluz, respaldado por su condición de máximo realizador de la categoría, se sostiene en la contundencia mostrada en área adversaria, ostentando, asimismo, el liderazgo de la clasificación de disparos realizados a puerta realizados.
Su éxito se cimenta en estrategias ofensivas trabajadas con minuciosidad, en la presencia habitual de hasta cuatro efectivos en área adversaria durante las acciones de ataque posicional, en una notable efectividad ante centros laterales y en el excelente golpeo de balón, tanto en potencia como en precisión, de varios de sus jugadores desde posiciones lejanas. A ello se suma la brillante conexión entre sus futbolistas más adelantados, combinaciones que reflejan una calidad técnica impropia de la categoría en la que compiten, así como la inteligente irrupción de sus laterales atacando los espacios liberados por los arrastres interiores de sus compañeros.
En esta determinación implacable en el asalto al marco rival, destaca con luz propia la figura del máximo goleador del campeonato, Luis Suárez, dominador brillante de todas las facetas esenciales del juego ofensivo, Destacar, asimismo, la excelente adaptación de Leo Baptistao al flanco izquierdo, desde donde ejecuta diagonales letales para sus adversarios y la capacidad de Gonzalo Melero para armar el disparo desde media distancia.
FASE DEFENSIVA
Vulnerabilidad en el juego aéreo defensivo
La contundencia mostrada en el aspecto ofensivo no tiene, en el conjunto almeriense, su continuidad en la parcela defensiva. Los 52 tantos encajados en las jornadas disputadas lo sitúan como cuarto equipo más goleado del campeonato, un registro difícil de justificar para un aspirante a cotas mayores. Parte de esta fragilidad puede explicarse por el marcado carácter ofensivo de sus laterales, lo que les convierte en vulnerables ante rápidas transiciones de sus rivales.
Otro dato revelador impropio de su debilidad defensiva es el de ostentar el antepenúltimo puesto de la categoría en duelos ganados a balones aéreos, una carencia que se manifiesta de forma alarmante tanto en la defensa de centros laterales como en las acciones de estrategias a nivel defensivo, facetas en la que muestran una vulnerabilidad que no han logrado corregir con el transcurso de las jornadas.
Asimismo, la falta de respuesta adecuada ante rivales que les ancaran por velocidad en el sector central y la escasa capacidad en la realización de interceptaciones ante disparos de rivales, constituyen aspectos adicionales de la cadena de desajustes que amenazan con minar las opciones de un conjunto que brilla en ataque, pero que se desangra en defensa.
En los últimos encuentros disputados, se ha detectado un incremento en la realización de imprudentes e innecesarias entradas a adversarios en el interior de su propia área, lo que se ha traducido en la señalización de penas máximas, determinantes en sus encuentros frente a Cartagena, Málaga y Sporting.
En definitiva, un Almería que se presenta herido, con incógnitas y con la imperiosa necesidad de reencontrarse con su mejor versión. Enfrente, un Racing de Ferrol que, ocurra lo que ocurra, va a seguir defendiendo el fútbol que le pertenece...el del trabajo honesto, el del sudor en la camiseta, el de la pasión limpia, el corazón valiente y el alma más verde que nunca.