Al de Santa Pola le bastaron cinco minutos para desatar la fiesta frente al Arenas Club de Getxo a ritmo de doblete
19 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Pascu Alba (Santa Pola, 2000). Cabeza de cartel indiscutible de una nueva sesión vermú en el campo de A Malata. Con más de 5.000 racinguistas a los que ni la franja horaria ni los dos empates previos les quitaron el hambre de fútbol, se vino arriba el alicantino para desatar una verbena en la grada del fortín de la ría.
? ¡QUÉ MANERA DE EMPEZAR!
— Primera Federación Versus e-Learning (@Primera_RFEF) October 18, 2025
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Robó el mediapunta reconvertido a extremo en la medular y le puso bachata a su primera conducción larga para animarse con la melodía y probar un disparo que cristalizó en gol en el minuto uno de juego: «Empezar el partido de esa manera siempre viene bien, enganchas a la afición y muy contento individualmente, pero también colectivamente por poder volver a ganar en casa», valoró al término del partido.
Le gustó al de Santa Pola ver a la marea verde corear el estribillo del que sí, que vamos a ascender y decidió desmarcarse en el segundo palo para, tras un saque de banda rápido, aprovechar un centro de David Concha y entrar como un obús para acuñar el 2-0. Habían transcurrido menos de cinco minutos: «Ojalá todos los fines de semana podamos tener y dar estas alegrías y en casa siempre vamos a intentar salir así», destacó a este respecto el atacante del Racing Club Ferrol, que no dudó tampoco en señalarse como responsable de la diana de Sustatxa por toda la escuadra.
Cinco minutos
«La pico, la pierdo y corremos para atrás. Hay que aprender y este es el camino», admitió el de Santa Pola que tampoco quiere dejarse llevar por cantos de sirena y deja en un segundo plano su condición de pichichi.
«No me pongo objetivos en este tema», determinó a la par que restó importancia al hat trick que le negó el travesaño al filo de la hora de partido: «No todo puede ser, no todo puede ser», atajó a las preguntas de los periodistas a su salida de A Malata.
Y es que, más allá de que en un inicio explosivo de partido el de Santa Pola anotó dos chicharros que hicieron que el fortín de la ría atronase a decibelios de fiesta patronal, Pascu participó de manera constante en el juego.
La diana de Álvaro Ramón llegó del rechace de un disparo suyo y también tuvo Concha el cuarto en una segunda jugada motivada por una finalización del ex del Arenteiro. Eso fueron solo algunos acordes. El eco de lo que fue un arranque atronador del Racing en el que a Pascu no le hizo falta mucho tiempo para que el viento soplase de cara por primera vez al calor del hogar este curso. Una rapidez que pilló a muchos todavía colocándose en su asiento y mirando al marcador con sorpresa. El de Santa Pola no esperó por nadie. Le bastaron cinco minutos al animador del cotarro para amenizar el vermú. Lo que dura una canción.