MIGUEL ANXO FERNÁNDEZ CRÍTICA DE CINE / «NI UNA PALABRA»
26 nov 2001 . Actualizado a las 06:00 h.Comenzar una trama buscando impactar en el espectador es una buena fórmula para intentar convencerlo de que el resto estará a la misma altura. Ni una palabra arranca con veinte minutos soberbios que prometen un thriller memorable. Un espectacular atraco y el secuestro de una niña generan una expectación que se viene abajo, cuando el personaje pasa de ser un anónimo psiquiatra a algo más que un padre dispuesto a proteger a los suyos. El guión evoluciona desde planteamientos realistas hacia otros dignos del género más trillado, plagado de lugares comunes. Aún reconociéndole capacidad dar espectáculo, Fleder se pierde por la senda de lo previsible en cuanto los malvados comienzan a flaquear ante las presiones del personaje amenazado. Michael Douglas funciona en su papel de un tipo corriente que explota cuando le tocan lo que más quiere, pero fracasa en cuanto va más allá. Hollywood vuelve a destapar sus limitaciones. Imbatible en el diseño de producción, fracasa cuando se muestra incapaz de sorprender al espectador.