LA REVOLUCIÓN multimedia ha transformado al homo sapiens producto de la cultura escrita en homo videns , en que la imagen ha sustituido a la palabra y con ella la capacidad de entender el pensamiento abstracto (y, en consecuencia, las grandes ideas como libertad, igualdad, justicia, bien, orden, que han fundado la sociedad occidental). Tal es la tesis de Giovanni Sartori en su interesante libro Homo videns. La sociedad teledirigida . Entre su contenido destacan los capítulos dedicados a la formación de la opinión pública, o la crítica del gobierno de los sondeos, la sondeo-dependencia en la que incurren muchos políticos oportunistas o sin ideología. También la preocupación por la educación, por las crecientes dificultades de los niños del primer mundo, tiernos teleadictos , en la construcción de su identidad, cuando además sus propios padres se muestran incapaces de decir no . Son importantes las consecuencias de su tesis de que el homo sapiens debe su saber, así como su avance y progreso personal e histórico, a su capacidad de abstracción. El lenguaje escrito se basa en palabras abstractas sin correlato con las cosas visibles. Es la hegemonía del mundus intelligibilis de conceptos y concepciones mentales sobre el mundus sensibilis , o percibido por los sentidos. Probablemente, su subversión sea una de las causas de lo que Álvaro Mutis llama la muerte del espíritu . Una consecuencia política de tal fenómeno es la debilitación del demos . Una vez, en la época de la hegemonía de la prensa libre, el gran Lincoln propuso el ideal de «un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo». Ahora, con el auge de la telebasura, su programa de embrutecimiento generalizado de las gentes y la tiranía de los controles de audiencias, vamos a ver qué nos cuenta TV Bush. Pero cabe temer que la diferencia con la propuesta de Lincoln sea la misma que existe entre el homo sapiens y el homo videns .