Familias numerosas

OPINIÓN

24 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

EL PASADO fin de semana se celebró en Galicia el IV Congreso Nacional de Familias Numerosas, acontecimiento social que se podría calificar como de fundamentalmente entrañable, por su misma naturaleza, por sus participantes y por sus conclusiones, ya que sólo buscan el bienestar de las familias españolas. Además, este acto dio pie a que se nos mostrara en toda su dimensión un hecho social gratificante y esperanzador: hay muchos matrimonios en España que deciden crear una familia amplia, con más de tres hijos, sin temor al futuro. Se nos han mostrado como matrimonios jóvenes, con buen aspecto, rodeados de niños alegres y ruidosos, sin miedo a las molestias que ocasionan, sin pensar en fines de semana tranquilos. Da la impresión de que en esas familias no hay lugar para muchas depresiones o frustraciones matrimoniales, porque no debe existir un solo minuto para la preocupación personal de cada uno de los cónyuges. En las familias numerosas es muy probable que los chavales no puedan realizar ni el 10 por ciento de su caprichos. Al contrario, se puede pensar que en un ambiente de muchos hermanos la capacidad de frustración debe estar perfectamente asumida por cada uno de los componentes, una capacidad que puede prepararles para una vida profesional competitiva. Pero también les prepara para mantener un sentido más claro de la solidaridad, de la preocupación por los demás, del trabajo en equipo, de la austeridad, sin que les queden muchas posibilidades de caer en el consumismo. Es posible que para otros muchos matrimonios sea impensable la familia numerosa por la dificultades que supone, por la capacidad de organización que es necesaria, por la serenidad con que deben afrontarse los problemas, las enfermedades y la escasez de dinero, y también porque en muchas ocasiones habrá momentos de auténtica borrasca. Todo ello se ha mostrado tal cual es en el Congreso Nacional de Familias Numerosas. Familias con todo el derecho a contar con una legislación favorable, con unas normas fiscales que faciliten su desarrollo, que favorezcan su promoción. Las familias numerosas necesitan que los poderes públicos las tengan más en cuenta, no para recaudar más IRPF sino para dejarles que lleguen a final de mes con lo que ganan; que las madres, verdaderas empresarias de la familia, no se vean perjudicadas por dedicarse en exclusiva a su familia. definitiva, las familias numerosas necesitan unos poderes públicos que tengan una auténtica política familiar, con visión de futuro, realista. Así lo han escuchado en las sesiones de Santiago tanto Zapatero como Zaplana, los dos se han mostrado de acuerdo, sólo cabe esperar que el próximo gobierno sea capaz de llevarlas a cabo.