Vivimos en el mejor de los mundos

| ARTURO MANEIRO |

OPINIÓN

18 may 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

TENEMOS SUERTE. Somos afortunados. Vivimos en el mejor de los mundos. Seremos la envidia de Europa. España se va a poner a la cabeza en todos los campos económicos y sociales del mundo desarrollado. España será referente en la Unión Europea como Francia o Alemania. La Constitución europea hablará gallego, catalán y euskera, gracias a Moratinos. Vamos a vivir una época en la que la paz y la igualdad de oportunidades serán realidad. España no va a entrar en ningún conflicto, no será una potencia agresora, sus soldados no van a estar nunca en lugares donde corra peligro su vida. Los estudiantes españoles tendrán mejores becas, contarán con más dinero para estudiar. Con sólo demostrar que no lo tienen lo recibirán para seguir sus estudios universitarios. En cuanto a medios de comunicación públicos, ya lo dijo la portavoz, se acabó la televisión y la radio del Gobierno o del partido. Ha comenzado una nueva época de neutralidad y pluralidad. Ya se han hecho todos los nombramientos de TVE y RNE consensuados en el Parlamento. Ya no se dan cargos y puestos por ser de tendencia favorable al Gobierno o al partido mayoritario, más bien va estar todo en manos de la oposición. Ya no se va a morir población de riesgo por olas de calor. Ya lo han dicho Jesús Caldera y la ministra de Sanidad. Todos los mayores estarán censados, todos los enfermos crónicos que puedan ser afectados por olas de calor estarán vigilados entre junio y septiembre para que no les falte de nada, en casa o en el hospital. Los padres podrán elegir el tipo de hijos que quieran, con el mapa genético que consideren más adecuado. Se podrán seleccionar los hijos, los genes, las mamás de alquiler, los papas donantes, las mamás receptoras. Se podrán casar los chicos con los chicos, las chicas con las chicas. Podrán tener hijos propios, hijos de laboratorio, hijos adoptados, hijos seleccionados, hijos reales, hijos virtuales. Pero también seguirá en vigor lo de siempre, porque habrá tolerancia. Los hombres ya no serán agresores contra sus parejas o sus ex parejas, o sus mujeres o sus ex mujeres, o sus hombres o sus ex hombres. Las mujeres no agredirán a sus parejas o maridos, ni a sus mujeres, si es el caso. Se podrán tener todo tipo de relaciones sexuales con garantías, preservando lo que haya que preservar, con píldora anterior y posterior, facilitada para el ayuntamiento y en el Ayuntamiento. La escuela enseñará a todos a respetarse mutuamente, a no ser agresivos, a ser generosos. La religión dejará paso a la razón, se recuperará el espíritu de la Enciclopedia. También dejará paso a la gimnasia, con lo que se recuperará el espíritu de la antigua Grecia. Ya no habrá más experimentos educativos; quedará instaurada definitivamente una educación de calidad basada en la visión de futuro. La Constitución ya no será tabú, se cambiará siempre que sea necesario según las necesidades de gobernabilidad del país, que no debe estar sometida a dogmatismos constitucionalistas. El Estado podrá ser federal, autonómico o centralizado. El sucesor a la Corona será hombre o mujer según haya nacido primero. Las leyes van a ser modificadas por decreto, con lo cual también desaparece otro corsé que ahoga a veces al Gobierno cuando quiere llevar a cabo una iniciativa que satisface a la mayoría, como la Ley de Calidad de Enseñanza. Fuera por decreto. Estamos comenzando a vivir la etapa más interesante de España. No sé si será verdad, pero no me lo quiero perder.