El catecismo catalanista

ALFONSO DE LA VEGA

OPINIÓN

09 oct 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

IGUAL que los narcos blanquean el dinero, la mayoría de los dirigentes catalanistas suelen blanquear sus verdaderas ideas, y suelen sostener con el desparpajo que les da la impunidad lo contrario de lo que piensan. Así no es de extrañar que hagan curiosas embajadas para prometer el oro y el moro, si consiguen salirse con la suya y logran meternos mano en la cartera. Otro ejemplo, disfrazados de progres y de filántropos, un grupo de catalanistas ha visitado el Congreso y le ha dado un supositorio informático al señor presidente del Congreso con el texto del Estatuto, y el bizarro señor Marín los ha recibido con gran amabilidad que algunos maliciosos pudieran confundir con miedo, subordinación o servilismo. Pero lo del nacionalismo catalán, de progre nada. Y de ser republicano, sería bananero. Su origen es tan cavernícola como el del colega y cómplice vasco. Y el profeta Prat de la Riba no tiene nada que envidiar al beato racista Sabino Arana. Así cuando el abogado catalán atufa en su conocido catecismo catalanista con perlas como la que hace de la patria catalana no « obra de los hombres» sino « fruto de las leyes a que Dios ha sujeto la vida de las generaciones humanas. Y cuyo enemigo es el Estado español. Pues degenera el carácter catalán con sus vicios: el espíritu de la rutina, el utilitarismo más desenfrenado, el individualismo y el flamenquismo». Racismo y clericalismo facha. El texto sedicioso que ZP y sus socios catalanistas pretenden aprobar tiene su precedente, casi un calco, en las llamadas Bases de Manresa de 1892. La diferencia es que entonces a Prat de la Riba y sus monaguillos nadie les hacia caso. Y ahora es un falso socialista y un falso republicano, ambos renegados de la Razón y de la Ilustración, quienes abanderan el integrismo catalán.