La hora de los candidatos

OPINIÓN

03 dic 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

EL PROCESO de decantación política que está viviendo en estos momentos el Partido Popular de Galicia ha dejado su futuro en el dilema Barreiro o Feijoo, pero con la esperanza de que al final se convierta en el binomio Feijoo+Barreiro. En general, se puede asegurar que existe un buen clima para la confluencia. En las provincias de A Coruña y Pontevedra existe una clara actitud a favor de uno de los contendientes. En Ourense también se ha dado una aproximación de tendencias y el máximo dirigente del PP, José Luis Baltar, ha reconocido el resultado mayoritario. Tan sólo ha surgido una discrepancia. Se trata del presidente de la Diputación de Lugo, Cacharro Pardo, veterano líder del PP en aquella provincia, que no ha aceptado la tendencia general de los resultados de las elecciones internas. Ha tenido una primera reacción con acusaciones y condiciones incluso para su candidato de Lugo. Tiene razón al destacar que no hay nada decidido hasta que se celebre el congreso de enero, pero también era curioso que fuera Cacharro el único que no aceptaba la tendencia general. Menos mal que el malestar público le ha durado poco tiempo y pronto entró en la dinámica de buscar acuerdos y de propugnar lo mejor para el PP. Es lógico y comprensible que un relevo después de la era de Fraga sea una tarea difícil. El actual presidente popular tampoco lo ha puesto fácil, sobre todo al tomar decisiones internas que hipotecan a su sucesor o que le atan las manos. Pero también es lógico pensar que necesitan grandes dosis de generosidad, de aceptación de la mayoría, de buscar acuerdos, uniones, pactos, representatividad proporcional. Y eso es precisamente lo que vienen manifestando casi todos los implicados: Feijoo, Barreiro, Louzán o Baltar. Le costó algo más a Cacharro Pardo, pero pronto se dio cuenta de que tiene aquí un papel muy importante, que puede ayudar a poner una base sólida para la integración. En todo caso, parece que es el momento de los candidatos. Este es un proceso en el que deben adquirir verdadero protagonismo. Es el momento de Alberto Núñez Feijoo y el de José Manuel Barreiro, sin olvidar a Cuíña. No parece lógico que sean otros dirigentes los que lleven la voz cantante. Si tienen que entenderse Barreiro y Feijoo, que sean ellos los que hablen. Deben mostrarse con total autonomía de funcionamiento. No se entendería que otros hablasen por ellos. Les quitarían autoridad. Es el momento de que los históricos pasen a la reserva, que aporten todo su consejo y experiencia, pero el relevo debe ser efectivo. Los candidatos por sí mismos deben ser capaces de despertar ilusión, provocar la renovación y aportar la modernidad al partido mayoritario de Galicia. Porque en los momentos actuales, los datos muestran que el PP es el que representa al sector social mayoritario de Galicia. Y tal partido necesita un líder a la altura de las circunstancias, un presidente que supere con mucho el estilo de su antecesor.