TENGO que reconocer que las informaciones publicadas en La Voz de Galicia sobre las primeras decisiones del nuevo líder del PP gallego me han sorprendido. Y esa perplejidad me ha hecho recordar que uno de los problemas más importantes con los que se encuentra un medio de comunicación, y posiblemente también un partido político, es conseguir ampliar su campo de acción, captar otros segmentos de mercado, pero sin perder los que ya tiene asentados. Es un riesgo muy elevado, porque lo más normal es que se vayan los que ya estaban y no vengan los nuevos. El PP de Galicia tiene que mantener todo el apoyo social que ha tenido hasta ahora y tratar de sumar mucho más. Eso es obligarle a llegar a la mayoría absoluta y luego los partidos minoritarios se quejarán de tales mayorías, pero al PP no le dejan otra alternativa que superar la mitad de los parlamentarios gallegos. Y tiene capacidad. Tiene capacidad para aumentar los apoyos en los ambientes urbanos, universitarios, laborales y profesionales. Tiene capacidad de aumentar en los ambientes juveniles rurales y urbanos. Pero para ello es necesario tomar iniciativas adecuadas, sembrar ilusión en la sociedad, reafirmar los principios. Lo que nos puede plantear más dudas es que sea eficaz para el futuro del PP ir más allá que el BNG en planteamientos sociales. Y en el tema de las parejas de hecho parece que Feijoo quiere superar al Bloque. No vaya a ser ahora que el BNG en el poder se nos haga conservador de su situación y el PP quiera hacerse con sus bases juveniles. Las informaciones publicadas parecían dar a entender que por esa vía Feijoo puede dar un giro a la ideología del PP de Galicia y que tal actitud le proporcionaría una gran suma de votos urbanos. No parece que el problema de los jóvenes urbanos sea el registro de parejas de hecho. No se olvide que la actual legislación permite una situación que es casi un puro registro legal de cualquier tipo de relación. Hay otros muchos problemas juveniles que puede defender y promover el Parido Popular. Si Feijoo quiere aumentar el público objetivo al que se dirige tiene que hacerlo desde una base muy bien fundamentada, sólida, convencida. No puede lanzarse a abrir nuevos mercados, dirigirse a un nuevo target convirtiendo sus bases actuales en arenas movedizas. Ya han cambiado los nombres, los perfiles, no hace falta cambiar las ideas.