Cargo de conciencia

GONZALO PARENTE

OPINIÓN

20 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

DOS NOTICIAS procedentes de organismos internacionales en Europa, la oficina de la ONU de Ginebra y el Gobierno de la Unión Europea de Bruselas, se refieren a dos hechos que me han producido un cargo de conciencia, por la relación causa-efecto que denuncian los dos informes oficiales. Nada más lejos de mi intención que hacer demagogia con un tema tan delicado, pero creo que es urgente llevarlo a la reflexión colectiva. El informe de la ONU señala el efecto de la sequía que desde hace seis meses padecen los países del cuerno de África -Eritrea, Etiopía, Somalia, Kenia y Yibuti-, que sume en una situación desesperada a ocho millones de personas, de las cuales, según la Unicef, 40.000 niños pueden morir en el plazo de tres meses si no les llega la ayuda internacional. El otro informe viene de la Comisión Europea, que evalúa la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera por las 9.400 mayores instalaciones industriales europeas, de las que 800 son españolas. En toda la UE se lanzaron a la atmósfera 1.785 millones de toneladas de CO2, de las cuales 181 millones fueron españolas, habiendo nuestro país superado el nivel de licencias para ajustarse al régimen del protocolo de Kioto en 16 millones de toneladas. Finalmente, un artículo en el Financial Times del 16 de mayo denuncia el efecto que el cambio climático va a producir sobre 180 millones de subsaharianos, que verán alteradas sus formas de vida. El cambio a peor del régimen de lluvias y la subida de las temperaturas perjudicarán a sus cosechas y traerán enfermedades ya casi desaparecidas, como la malaria. El problema está ahí, nos afecta a todos en este mundo globalizado. Las soluciones deben ser resultado de este cargo de conciencia, si es que nos queda alguna.