Nuestro siglo negro

OPINIÓN

24 sep 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

CON MOTIVO de la violencia relacionada con creencias religiosas, algunos pensadores y muchos comentaristas se refieren a la Edad Media como el modelo de poco uso de la razón y mucha violación de los derechos humanos, de poco respeto a las creencias o a la discrepancia. Se suele hablar de que todavía se mantienen esas actitudes en zonas o regiones muy alejadas de Occidente, donde nuestro modelo de civilización no permite que pasen esas cosas. Sin embargo, todos los que tenemos uso de razón procedemos del siglo XX, que es el siglo más negro de toda la historia de la humanidad. Nunca antes la sociedad tuvo tanta capacidad destructiva, nunca antes la había aplicado con tanta eficacia. Nunca antes el ser humano había sido tan cruel, tan refinado en los métodos para hacer daño, tan sofisticado en las torturas. Nunca antes en la historia habían gobernado tantos tiranos en Europa y en América ni habían sido capaces de matar, torturar, secuestrar y explotar a tantos seres humanos como en el siglo XX. Los que se refieren a la Edad Media como oscura, violenta, represora, manipuladora, se olvidan de la Unión Soviética y sus métodos, que ocuparon casi todo el siglo XX. La capacidad destructiva de la URSS en lo físico, eliminando a millones de disidentes; la capacidad destructiva de la personalidad humana, con torturas, campos de exterminio, sofisticadas técnicas psiquiátricas; la modificación e imposición de la verdad por medio de grandes aparatos del Estado. La Primera Guerra Mundial, en el primer tercio del siglo XX, con millones de muertos, con represión, con torturas, con poblaciones enteras machadas, envilecidas, sometidas a condiciones infrahumanas. La Guerra Civil española, donde no se respetaron los derechos humanos y donde unos ciudadanos mataban a otros por odio, por envidia, por creencias religiosas. Y siempre sin razón. Una violencia ejercida con eficacia y a gran escala, porque los métodos de matar han ido perfeccionándose. Se olvidan también de la Segunda Guerra Mundial, con millones y millones de muertos; millones y millones de ciudadanos vivos rebajados a una condición infrahumana que no se le habría ocurrido a los más sanguinarios de la Edad Media. Ciudadanos civiles inocentes machados, con bombas convencionales o atómicas, pero bombas al fin. Y en nuestros días, la antigua Yugoslavia, Irak con los kurdos, Líbano¿ Y si miramos hacia Oriente, nos encontramos con la revolución china, donde el desprecio a la condición humana fue total y refinada. Millones y millones de personas sometidas a su régimen y después a la violencia de los invasores japoneses. Nos encontramos con Vietnam o con Camboya. Y si nos volvemos hacia África, encontramos millones de muertos, heridos, mutilados y desplazados, casi siempre con Occidente mirando para otro lado¿