Más accidentes, seguros más caros

OPINIÓN

10 nov 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

POCOS se habrán librado en la niñez de oír a su madre delante de un escaparate: «¡Niño, no se señala con el dedo!»; y el niño, sin entender por qué. Parece que no era de buena educación suplir el lenguaje verbal con el antecedente del rayo láser: el índice estirado. Y no es que sea de mala educación, sino de realidad, la reiterada y actualizada noticia que ha hecho pública el último número de la revista Tráfico y Seguridad Vial, que nos señala que los seguros de automóviles en la comunidad gallega son los más caros de España; llegan a un 58% más con respecto a Aragón para un seguro a terceros más lunas. Y en ese ránking la provincia de Pontevedra aparece la primera destacada, escoltada en segundo lugar por la de A Coruña; Lugo y Ourense quedan entre las diez primeras. No es manía de las compañías aseguradoras. El índice de riesgo, que es el dato determinante para fijar el coste de la póliza, resulta de combinar el número de accidentes que se producen, y su coste medio, con el parque automovilístico existente. Esa clasificación, pues, obedece a datos objetivos. Pero, con todo, lo grave no es la diferencia del precio del seguro. Lo grave es el coste personal que implica el elevado número de accidentes que se traducen en muertos y lesionados. Y si bien en los últimos meses los fallecidos han descendido, el número sigue siendo muy elevado. En Galicia se produjeron en el 2005 el 8,5% de los accidentes mortales acaecidos en las carreteras españolas. Siempre se dice que la situación geográfica, la orografía y el clima son la causa de lo que sucede; pero eso, con ser verdad, no es más que una obviedad que describe lo que hay. Lo necesario a estas alturas es operar sobre esas causas: mejorar las carreteras, eliminar los puntos negros, establecer parámetros de conducción adecuados a esas dificultades que implican las realidades orográficas y climáticas, y no desdeñar, sino todo lo contrario, el aumento de controles y la represión en su caso. En lo que se refiere a esta última medida, el éxito del carné por puntos deja poco lugar a la duda. Se trata de un problema que no se arregla por sí mismo, en el que es necesaria la adopción de medidas, y en ese sentido la Administración ha puesto en práctica un plan cuatrienal. Los resultados dirán si es bueno. Entre tanto, confiemos en pagar menos de seguro el próximo año, lo que será el reflejo de que hay menos accidentes.