El triunfo del verbo asumir

EDUARDO CHAMORRO

OPINIÓN

10 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

GASPAR Llamazares ha dicho que el Gobierno tiene que asumir la memoria histórica. Se ha debido de quedar más ancho que largo. Dado que la tarea de la oposición es señalar lo que el Gobierno deja de hacer o hace mal, la tarea de Llamazares -que oposición no es, si bien gobierno tampoco- parece ser la de señalar lo que hay que asumir. Es su tarea asumida, la misión que ha decidido asumir. Asumir es un verbo raro, de utilización reciente, que regresó a la vida pública con esa aura de precisión pedante y ese anhelo de cursi rimbombancia que envuelve y, a veces, abruma el lenguaje político contemporáneo, y que sólo se utiliza cuando quien lo hace se refiere a algo y a alguien a quienes no les vienen demasiado bien dadas las cosas. Así, por ejemplo, ni la belleza, ni la riqueza, ni la inteligencia son cuestiones que hayan de asumirse. Nadie dice: «Halle Berry tiene que asumir que está más buena que el pan». Nadie dijo: «Hemos de asumir que ya tenemos autovía de O Salnés». Ahora habría que decir: «Hay que asumir que tenemos la autovía cortada y que a alguien se le debe de estar cayendo la cara de vergüenza». Hasta ahora habíamos asumido la hora mediterránea sin decir esta boca es mía. Puede que tengamos que asumir tan craso error y que alguien asuma como propio un lema que venga a decir: «Asume una hora menos. Alarga tu vida». El diccionario de la RAE asegura que asumir significa: 1) Atraer a sí, tomar para sí. 2) Hacerse cargo, responsabilizarse de algo, aceptarlo. 3) Adquirir, tomar una forma mayor. Pues, bien, no parece que Llamazares se refiera a la tercera acepción. Si el Gobierno se hiciera mayor aún le haría menos caso, y esa sería una circunstancia que a Llamazares le costaría mucho asumir. Tampoco se debe de referir a la primera, pues el dirigente de IU no estaría en sus cabales si deseara que el Gobierno tomara para sí la memoria histórica, porque la memoria indica que, cuanto más toman los socialistas, menos dejan a la izquierda, se tome por donde se tome. De manera que ha de referirse a la segunda. Como si el Gobierno no tuviera otras cosas de las que hacerse cargo y responsabilizarse. Aunque quizá Llamazares estaría dispuesto a correr el riesgo y responsabilizarse de todo si Zapatero se hiciera cargo de la memoria histórica, de la de ayer, de la de anteayer e incluso de la de in illo témpore. Puede que también quisiera el de IU que el del PSOE entrara directamente a la acción más directa de asumir: la asunción. Como la de la Virgen María.