EN LA sección A fondo de este periódico, el pasado 23 de marzo se trataba ampliamente de los atropellos a peatones en el marco del tráfico gallego. En aras del interés del asunto -tan justificadamente actual- es nuestra intención la de aportar algo más: el recuerdo de una historia reciente y la llamada a aplicar un precepto legal de plena vigencia, aunque a veces se olvide su naturaleza de norma jurídica con fuerza de obligar. En los dos primeros meses de 1999 se celebró en Palma de Mallorca un congreso por haber sido declarado Año de la Educación Vial en España. Allí presentamos un trabajo acerca de los atropellos a peatones en Galicia, entresacando de las estadísticas de la accidentalidad datos que permitían establecer estas conclusiones: «El 77% de atropellos ocurren en A Coruña y Pontevedra. Predomina el atropello a personas mayores de 65 años. Más del 50% de los atropellos tienen lugar cuando falta la luz natural. En casi la totalidad de atropellos a personas mayores, en horas de noche, éstas iban vestidas de ropas oscuras o negras». Explicamos cómo se había decidido una acción educativa -titulada «Hazte ver» - en zonas singularizadas por la reiteración de atropellos, mostrando la conveniencia de utilizar elementos reflectantes en horas de noche. Se había logrado la ayuda de los consultorios médicos, párrocos, profesorado y las APA de centros educativos en la entrega de folletos y en el reparto de millares de brazaletes reflectantes. Instamos a las entidades locales a la construcción y mantenimiento de arcenes. Al final, las observaciones acreditaron el fracaso respecto al uso pretendido de reflectantes. El gallego -«racional, dudador, escéptico», en frase de Cunqueiro- no aceptaba obsequios que llegasen de parte del Estado. Ese fracaso, junto a la magnitud del problema peatonal gallego, mostraron la conveniencia de modificar ad hoc el Reglamento General de Circulación. No fue fácil, pero se logró que su artículo 123 dijese así: «Fuera del poblado, entre la salida y el ocaso del sol o en condiciones meteorológicas que disminuyan sensiblemente la visibilidad, todo peatón, cuando circule por la calzada o el arcén, deberá ir provisto de un elemento luminoso o retrorreflectante homologado [...] visible a una distancia mínima de 150 metros para los conductores¿». ¿Se atiende al cumplimiento de esta norma?