La chapela

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

06 may 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Un amigo mío leonés se ha hecho vasco y se ha comprado una chapela. Ahora en los bares pide chacolí y comienza las frases diciendo «pues nosotros en Euskadi»... y las acaba siempre con un «pues». Todavía no sabe bien si es del mismo Bilbao o de Ondarribia. Sabe que de Álava no, porque allí son bastante tibios. Entre tanto, yo, que me he venido a Salamanca, he comprobado la labor expansionista de Núñez Feijoo. La raya que separa las autonomías está casi borrada por el verdín y la hierba, y ahora el verde llega casi hasta Zamora. Hasta allí todo es ahora Galicia, exuberante, y si uno se fija bien puede incluso oír a lo lejos música de gaitas. El que habló de sequía el mes pasado se estará ahora comiendo sus palabras. Entre tanto en Cataluña la rica, los enfermos tienen que llevarse la comida en la tartera para después de la operación de próstata, y, en Madrid, todo sube cada día como pasaba en Brasil hace veinticinco años. Mi amigo leonés se quiere apuntar a una autonomía rica en lugar de una tierra media, y aunque por la vía climática nos hemos anexionado su región, nos ignora y se marcha a la tierra de Sabino Arana, el Sócrates de nuestra era. Cuando ve una piedra un poco grande se empeña en levantarla varias veces, y luego se marcha muy ufano a comerse un chuletón de medio kilo. En Sevilla, Griñán promete por su honor no sé qué cosa, y en Asturias se dan besos en la boca unos antiguos novios que se detestan. Y es que las autonomías están viviendo días confusos.