En Estados Unidos no pierden el tiempo. A Mitt Romney le pasaron dos cosas. Primero, no alcanzó la presidencia. Adiós al despacho oval. Segundo, ni siquiera alcanzó los votos que había cosechado el anterior candidato republicano McCain. Esta cuestión es mucho más complicada. Romney tuvo el voto de los blancos y de los mayores. Los expertos dejan claro que sin minorías no hay presidencia. Y así es que con rapidez han empezado a surgir los nombres del hombre que tiene que recuperar la presidencia para los republicanos de una vez por todas. Faltan cuatro años, pero como si faltasen cuatro días. Los medios de comunicación ya hablan de Jeb Bush, el hombre que representa además una saga familiar. El político que fue gobernador de Florida y que seduce a los hispanos que le dieron la espalda a Romney. Otra figura para llegar a los latinos sería Marco Rubio. Pero no estarán solos en la carrera. Chris Christie, gobernador de Nueva Jersey, es otro de los que salen en las listas. Christie fue el republicano que no tuvo problemas en aplaudir la gestión de Obama con el huracán Sandy. Y lo alaban por su carácter moderado. Esos tres nombres seducen a los que tienen claro que el partido republicano tiene que centrarse para lograr mejores resultados. Pero los que prefieren la línea dura del Tea Party piensan en recuperar a Paul Ryan, que acompañó a Romney en el ticket o en lanzar a Condoleezza Rice. ¿La recuerdan? La secretaria de Estado con George Bush. El partido de los elefantes no se puede permitir más derrotas.