Sorprendente. Ayer Bruselas, a través de su oficina estadística, le enmendó la plana al Gobierno español y elevó al 6,98 % el déficit para el 2012, que Mariano Rajoy había fijado en el 6,74 %.
El tirón de orejas público vino precedido de una bronca sorda entre las autoridades españolas y europeas, bronca que duró varios días. Mucho tuvo que decir la exconselleira y hoy secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, cuyo departamento argumenta que el cambio metodológico «instado por Eurostat se produjo en los últimos días». Pero ¿de qué triquiñuela contable se trata? Contabilizar en el 2013 las devoluciones que tenían que haberse producido en el 2012. Al final, España tiene un agujero de 73.298 millones de euros. Conocer el desfase es lo importante. Lo demás es un engañabobos. ¿A qué jugamos?