Galicia necesita talento emprendedor

Andrés Precedo Ledo CRÓNICAS DEL TERRITORIO

OPINIÓN

16 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Todos sabemos que en el sur de Galicia, en torno a Vigo, el siglo XX había consolidado un gran centro industrial y empresarial, que hizo de la ciudad uno de los centros de negocios de España y el motor industrial y económico de Galicia. La pesca, la industria conservera, la construcción naval, la fabricación de maquinaria, el textil y la porcelana, acompañados de importantes cadenas comerciales y de distribución, hicieron de Vigo un pujante escaparate de lo que los galleguistas de entonces soñaban para una Galicia moderna. Hoy, la crisis de Pescanova y de otras empresas del sector, más el efecto del tax leasse en un naval obsoleto, dibujan el fin de una herencia que solo la iniciativa exterior ha podido sustituir. Me refiero a Citroën. Tampoco los nacionalistas de ahora tienen nada que ver con la visión y las ambiciones de los galleguistas de entonces. Si antes la referencia urbana era un Vigo emprendedor, una Barcelona del Atlántico, ahora es la imagen de un Santiago histórico, apoyada en una mentalidad anclada en el pasado ruralista y en la lucha de clases.

En A Coruña, el siglo XX inicial encontró la suerte en otra persona dotada de un gran talento emprendedor: Barrié, que supo poner a la ciudad como referente en las finanzas y la energía, y crear una potente base industrial con atracción de capitales extranjeros (aluminio, química, petróleo etcétera). Poco queda ya de su herencia primigenia. Más recientemente alumbró, casi de soslayo, otro enorme y creativo emprendedor: Amancio Ortega, a quien después acompañaría el actual tejido empresarial que hace de la ciudad el actual motor económico, empresarial y emprendedor de la Galicia del siglo XXI.

Pero ¿qué sería de A Coruña sin Inditex?, ¿qué sería hoy del PIB gallego, de la capacidad exportadora, de la generación de renta y de otros parámetros económicos sin Inditex y sin Citroën? La respuesta es tan evidente que la dejo para el lector.

Lo que queda para mí es enfatizar un hecho concluyente: Galicia necesita preparar el relevo, y para ello atraer talento emprendedor (casi todos los casos citados procedían de fuera) y conservar el talento que nosotros mismos generamos. No debemos seguir reproduciendo la escena de jóvenes con talento que van a formarse mediante becas a prestigiosos centros internacionales y que terminan aportando su talento emprendedor a otras ciudades, a otros países, a otras economías, porque Galicia no ha sabido retenerlos ni ofrecerles un entorno suficientemente atractivo y motivador. Y no me refiero a la investigación universitaria, sino al emprendimiento creativo de carácter empresarial. La Galicia del futuro, de mañana, lo necesita con urgencia. Ahí tiene la Xunta una gran tarea, en lugar de asistir a una economía convaleciente, a un entorno subvencionado y burocratizado. O transmitir que la crisis y el déficit solo le dejan salvar lo que hay, porque las empresas competitivas de hoy no necesitan esa salvación, y las que no lo son ya no tienen futuro. El presidente Feijoo debe dar un impulso creativo para que este segundo mandato no se quede en la medianía actual.