El eterno debate del nueve es un debate cuyo único final es el gol. El gol es lo que de verdad zanja cualquier opinión. España necesita un nueve que marque. Sea nueve auténtico o nueve mentiroso. Cuando Torres marcaba, no había debate. Cuando Villa nos hizo sobrevivir gol a gol en el mundial, no había debate. Cuando ese nueve mentiroso que fue Cesc funcionó como goleador en la pasada Eurocopa tampoco hubo debate. Diego Costa puede ser una opción. Diego Costa no marca goles. Los ejecuta. Su estilo es físico. No es una daga, pero los goles valen igual. Su efectividad de wéstern es poderosa. Michu es una posibilidad real. Lo de Michu es más ganar el área por sorpresa. Llega como un invitado al que no se le espera y no le tiembla el pulso para marcar. Pero ahí siguen también, cada uno con sus cualidades y sus defectos, Soldado, Torres, Negredo y, por supuesto, desde Italia, si le dejan, Fernando Llorente. Tampoco hay que jubilar a Villa, si alcanza con nivel el final del año. Pero siempre nos puede quedar el remedio de resucitar al nueve mentiroso, a ese Cesc que resultó letal. Sin goles no hay victoria, como no hay fuente sin agua.