En Ferrari plegaron

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

08 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los principales equipos de fórmula 1 hicieron días atrás en Jerez los primeros entrenamientos del año. Un cronista deportivo nos explicó la gran actividad que desarrollaron unos y otros. «Ferrari -escribió- tiene tres turnos de trabajo en Jerez, y la madrugada de ayer plegaron a las cinco». Muchos de sus lectores se debieron de quedar más a cuadros que la bandera que se agita en la meta para indicar el final de una carrera.

¿Qué hace quien pliega a las cinco? En español, plegar significa 'doblar una cosa sobre sí misma' (Estuvo plegando la ropa), 'doblar los pliegos de un libro', y como pronominal, 'doblarse, ceder, someterse' (Se plegó a las exigencias de su padre). El cronista deportivo empleó plegar con un sentido que solo tiene en catalán, 'cesar la faena o el trabajo' (Ja és hora de plegar). Con ese significado, plegar es, pues, un catalanismo, que un catalán puede deslizar inadvertidamente cuando habla en castellano. Un caso similar a los gallegos de colo (regazo), esmagar (aplastar) o anchear (ensanchar).

Catalanismos como plegar funcionan sin dificultad en el castellano de los territorios donde se habla la lengua de Joan Maragall. En otros ámbitos, unos resultan incomprensibles y otros se entienden gracias al contexto, al sentido general del discurso o por la frecuencia con que aparecen, lo que permite familiarizarse con ellos. Así, los hispanohablantes que no hablan catalán y que ignoran lo que hacen los mecánicos de Ferrari al plegar entienden que alguien que tiene una torre en Palau-solità i Plegamans disfruta de una casa en aquel municipio, aunque duden sobre su forma. Y si Núria le dice a uno que le sabe mal no estar en casa para recibirlo, él entenderá que su amiga, que hizo una traducción literal de saber greu, siente o lamenta aquella circunstancia.

Con poco esfuerzo se pueden ir entendiendo los préstamos y los calcos, aclimatados o no. Más problemáticas son las crónicas deportivas donde los integrantes de la escudería Red Bull aparecen convertidos en «los energéticos».

Alguno se pasó aquel día con la cafeína.