Ya no hay retornados

Andrés Precedo Ledo CRÓNICAS DEL TERRITORIO

OPINIÓN

21 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El retorno de emigrantes empezó a tomar fuerza en la década de los ochenta coincidiendo con la desindustrialización de la economía, cuando las jubilaciones masivas y el aumento del paro en los países europeos obligaron a muchos gallegos a volver a su tierra. Después continuó esta corriente, aunque en descenso, hasta que a principios de este siglo la mala situación de algunos países americanos, especialmente Argentina, aceleró el retorno de hijos y nietos de emigrantes favorecidos por una normativa electoralista tan permisiva como discutible. Ahora con la crisis las cosas empiezan a cuadrar. Por un lado, porque como el número real de retornos desciende, las asignaciones asistenciales es lógico que lo hagan también. Del mismo modo, parece muy razonable que solo los gallegos retornados con residencia anterior en Galicia de manera estable tengan derecho a las rentas sociales cuando retornan porque no estamos para despilfarrar. Recordemos que antes, con tal de residir un año, todos los hijos y nietos de emigrantes eran considerados como gallegos retornados con derecho a recibir rentas asistenciales. A veces la crisis es buena consejera.