¿Somos muy exigentes con España los españoles?

Jorge del Corral
Jorge del Corral LA ACTUALIDAD

OPINIÓN

25 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Pocas veces en la historia los españoles hemos exteriorizado orgullo por nuestro país. Lo foráneo ha sido siempre mejor, a pesar de que nos dicen lo contrario los viajados y con datos.

A juicio de no pocos, España es una gran nación. Un país con suficiente territorio, amplia y variada naturaleza y avifauna; escasamente poblado (93,51 habitantes por kilómetro cuadrado) y por tanto con capacidad de acoger; que ocupa el puesto 13 en términos de PIB, según la clasificación del Centre for Economics and Business Research, y el lugar 31 por PIB per cápita de entre 180 países, según el FMI. Que se mantiene en la decimoquinta posición de la lista de países más desarrollados, según el último informe sobre el índice de desarrollo humano de Naciones Unidas, que es noveno en expectativa de vida, con 80,7 años de media, frente a los 82,7 de Japón -cabeza de lista-; con un sistema sanitario entre los 20 mejores del mundo, en los lugares más altos de las clasificaciones deportivas y gastronómicas, con varias multinacionales líderes mundiales en su sector, y social y democráticamente maduro, como se está demostrando en la lucha contra la crisis económica y en la normalidad constitucional constatada en la abdicación del rey Juan Carlos I y en la proclamación del rey Felipe VI.

Nuestros mayores déficits son, a su juicio, tres: La educación en todos sus niveles, en la que desde hace años quedamos mal en los informes PISA y en la clasificación Shanghái; el escaso dominio de idiomas: solo el 26 % de la población habla inglés, cuando para el actual mundo global y competitivo hay que hablar entre tres y cuatro idiomas, incluidos en ellos el inglés y el español, y el demográfico porque para renovar la población, cada mujer tiene que tener 2,1 hijos, y en España estamos en 1,38 (puesto 178 de 199 clasificados por la ONU) y tenemos una expectativa de vida de las más altas. ¿Quién pagará las pensiones y cómo se hará frente a los gastos sociales con una población cada vez más envejecida? Y a estos tres hay que añadir el deterioro de varias instituciones fundamentales para la buena salud democrática, entre ellas una prensa endeudada y un estamento político al que, como en otras democracias, se le generaliza injustamente de corrupto e incompetente.

En la inauguración del Georgetown Global Fórum Momento España, el aún príncipe de Asturias dijo que «los españoles tenemos la oportunidad de actuar, de adelantar posiciones y de consolidar logros» porque «las sociedades con autoestima y confianza en sí mismas prosperan porque luchan en todo momento y en todas las circunstancias; porque dan lo mejor de sus ciudadanos para superar los obstáculos y mejorar las condiciones de vida y el bienestar de todos». Pues tomemos nota y veamos en https://www.youtube.com/embed/XUFMxmIoFRc lo que Grant Thornton dice de España.