Russell Crowe, humano

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

02 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Es todo un personaje. Llena de sobra la pantalla de cine. Es Russell Crowe, uno de los mejores actores de su generación. Puede con lo que le echen. Con Noé, con el moderno Espartaco... Pero es humano, y de esa humanidad y honestidad brutal le viene su arte. De ahí, y no de otra fuente, bebe su talento. Es humano y así lo contó en una entrevista que me quedó grabada. «Cuando me dejó mi mujer, me eché a llorar». Sí, las estrellas de cine también lloran de verdad. No solo cuando lo requiere el guion. Lloran como lo pide el otro guion, el de la vida. Trágico y cómico, lleno de furia y de ruido, para todos. Estaba rodando Noé, en Islandia, cuando ella le llamó y le soltó: «Quiero el divorcio». Y me apunté las palabras con las que el actor del Oscar y del Globo de Oro explicó su drama personal: «Cuando acabamos de rodar aquella escena me quedé tumbado sobre unas rocas. Era incapaz de levantarme. No paraba de temblar, no paraba de llorar. Siete u ocho personas tuvieron que cubrirme con mantas hasta conseguir que parase de una vez». Los problemas llegan solos, jamás hay que salir a buscarlos. También para los famosos.