Los millones de empleos de Rajoy

Manuel Lago
Manuel Lago EN CONSTRUCCIÓN

OPINIÓN

20 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En estos días en los que el presidente Rajoy ofrece crear millones de empleos en la campaña electoral andaluza es bueno hacer un balance del 2014. Según la contabilidad nacional que elabora el INE, el año pasado el número de personas con empleo aumentó en 189.000, una cifra sin duda positiva después de seis años de destrucción, pero muy alejada de las cifras de las que presume el Gobierno. Hay varias razones que explican el cambio en el mercado de trabajo.

En primer lugar, porque las plantillas de las empresas están al mínimo tras el duro ajuste que sufrieron en la recesión: con una caída del PIB del 7,5 % desde el 2009, el empleo asalariado se redujo el 15,5 %. El recorte de las plantillas ha ido mucho más allá de lo que justificaría la caída de la actividad, en una hiperreacción de las empresas, y ahora cualquier mejora en la actividad provoca casi de forma obligatoria un repunte en el empleo.

Pero hay más. La reforma laboral, la devaluación salarial, las facilidades para la jornada parcial y la política de subvenciones e incentivos han abaratado el coste del factor trabajo, tanto directo como indirecto, hasta niveles desconocidos en nuestro pasado reciente, y eso está facilitando la contratación barata y subvencionada en actividades de bajo valor añadido. Hay también un deterioro en la calidad del empleo que deforma la realidad: el número de horas trabajadas se incrementó la mitad que el de personas ocupadas; por lo tanto, solo la mitad del aumento del empleo del que hablan las estadísticas se debe a un aumento real de las horas de trabajo. La otra mitad se corresponde con un reparto de esas horas entre más personas, porque se reduce la jornada media trabajada. En tasas, el número de horas ha crecido el 0,6 % y el número de ocupados, el 1,2 %.

El empleo ha crecido básicamente en los servicios y, dentro de ellos, en los de bajo valor añadido. El comercio y la hostelería incorporaron 73.000 personas mientras que los denominados servicios auxiliares, básicamente vigilancia y limpiezas, aportaron casi 50.000 empleos más, de tal forma que en estas actividades están 2 de cada 3 nuevos empleos.

La otra fuente más importante en la generación de empleo, uno de cada tres nuevos puestos de trabajo, se corresponde con los servicios públicos y, por lo tanto, no están directamente relacionados con el aumento de la actividad productiva, sino con decisiones de las Administraciones públicas. La relajación en las políticas de austeridad y su correlato con las políticas de ajustes han impulsado un cambio muy relevante en el empleo público, que pasó de destruir 178.000 empleos en el 2012 y el 2013 a aportar 60.000 en el 2014.

Esta es una radiografía mucho más fiel a la realidad de nuestro mercado de trabajo que el discurso triunfalista de Rajoy: el empleo creció en las ramas de actividad vinculadas a una temporada turística extraordinaria -multiplicado casi por dos porque hay más personas trabajando menos horas y con menores salarios- y porque las urgencias electorales están llevando a que vuelva a crecer el empleo público.