El dinero de la prostitución

Ramón Irigoyen
Ramón Irigoyen AL DÍA

OPINIÓN

08 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Me animé a ver el reportaje El valor de la prostitución que emitió La Sexta porque recientemente había leído el excelente libro Filosofía de la prostitución (Éride Ediciones) firmado por Cosme de las Heras y Senén López. Los autores de este libro firman con seudónimo. Solo conozco la identidad de Cosme de Las Heras, que me entregó un ejemplar de esta obra tan bien pensada como escrita con humor cañero en la Feria del Libro de Madrid. El valor de la prostitución fue uno de los tres reportajes que emitió el programa Equipo de investigación. En España trabajan más de 400.000 prostitutas. Solo un número mínimo de ellas están dadas de alta en la Seguridad Social.

Por primera vez, por una orden dictada en Bruselas, el dinero ilegal de la prostitución, de las drogas y del tabaco de contrabando ha sido contabilizado en el Producto Interior Bruto (PIB). Estas actividades ilegales generaron 9.200 millones de euros, que equivalieron al 0,87 % del PIB. La prostitución genera anualmente 4.000 millones de euros. El incluir estos rendimientos económicos en el PIB ha reducido un poco nuestro déficit: ya es algo menor nuestra deuda pública. Alemania ha sido el último país en legalizar el trabajo de las prostitutas. Contabilizados ya los ingresos de las prostitutas en el PIB, la legalización general de estas trabajadoras está ya en marcha. Fue muy interesante la visita del programa a Hamburgo. El barrio de prostitución de St. Paoli es uno de los lugares más conocidos de este oficio de servicios sexuales en Europa.

Desde el siglo XVIII, el feminismo calificó el matrimonio de prostitución vitalicia. En el programa faltó una distinción entre prostitutas explotadas por las mafias y que, por tanto, no son libres de ejercer este oficio, y prostitutas que, sin presión de mafias ni de proxenetas, deciden voluntariamente elegir este oficio. En el primer caso, la detención de los mafiosos y la liberación de las esclavas sexuales debe ser objetivo primordial de la policía. En el segundo caso, las personas -mujeres, hombres o transexuales- que decidan voluntariamente prostituirse deben ser respetados y ayudados para que ejerzan su oficio con el menor riesgo físico posible.