Helicópteros Pegasus

Gonzalo Ocampo
Gonzalo Ocampo EL RETROVISOR

OPINIÓN

17 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Claro que es bueno vigilar el tráfico por cuantos medios ayuden a llegar a sus entresijos y así prevenir la muerte de las personas, cualquiera que sea su cualificación como usuarios. Es noticia ahora el añadido a los programas de atención a la circulación -como un mecanismo más de prevención- de dos helicópteros Pegasus, con instrumentos aptos para la precisa observación del tráfico.

Apunta nuestra reflexión que, lamentablemente, nada de esto basta para evitar la pérdida de vidas en los caminos. Y es que bajo todo accidente subyace una infracción de norma, tanto como decir una desobediencia, la deliberada vulneración de preceptos legales. Y advierta aquí el lector que así de sencillamente alcanzamos la piedra angular para la seguridad vial en el tráfico: obedecer, nada menos que el ejercicio de la sumisión ante la voluntad del que manda. Es por lo que frente a la negatividad del tráfico queda la gran tarea: educar, ya desde el seno de la familia, frente al horizonte que consiste en conseguir el buen orden de las facultades intelectuales y morales para el buen fin de la urbanidad y la cortesía.