Septiembre: recuperación con depresión

Albino Prada
Albino Prada CELTAS CORTOS

OPINIÓN

06 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Para entender el alcance profundo de lo que estos últimos meses vengo calificando como recuperación bipolar recomiendo la lectura de la excepcional crónica del capitalismo del desastre que realizó Naomi Klein en su libro La doctrina del shock (Paidós, 2007). Ya que una terapia de shock gestionada por economistas neoliberales no siempre tiene por qué iniciarse con un golpe de Estado o una guerra, a veces lo hace con una gran recesión. Y es entonces cuando sucede, según Klein, que para los que están fuera de la burbuja de riqueza la recuperación se parece a una Gran Depresión. Y así en España, y en otros países del sur de la UE, el rutilante shock financiero que nos condujo a una prolongada recesión, ha sido gestionado desde el 2008 con dos clásicos neoliberales: recortes del Estado de bienestar y capitalismo de amiguetes. Para ello remito al lector a mis últimas veinte crónicas de fin de mes en esta misma columna.

Es así como se provoca una recuperación bipolar: depresión social (paro masivo del 22 %, subempleo, desigualdad creciente, endeudamiento colectivo galopante) para unos y, para otros, una burbuja de riqueza (enriquecimiento por deflación, retorno a la inversión, consumo ostentoso, corrupción, contratación de empleados precarios).

Baste decir que, según datos de Eurostat para la Unión Europea, España en el 2014 habría alcanzado el campeonato europeo en desigualdad social. Habríamos igualado a Bulgaria y superado -por vez primera- a Grecia y Letonia. Una depresión social también si comprobamos que, a día de hoy, la pensión media -de mil euros mensuales- ya está muy por encima de los ingresos mensuales de la mayoría de personas que acceden al mercado laboral.

De manera que si es este el sistema económico que no se puede cuestionar, los candidatos al relevo de su gestión en favor de la burbuja de riqueza del Ibex (Rivera y Sánchez) me pueden apuntar al bando de los antisistema.

Aclarado este enfoque global, que observo no está sobre la mesa en las tertulias televisivas, no queda más remedio que enumerar algunas noticias de este mes de septiembre que a mi juicio lo corroboran.

En el haber de la burbuja de riqueza y del capitalismo de amiguetes: se dejan de ingresar doce mil millones de IVA por evasiones, quiebras e insolvencias financieras; España, después de Italia, es el segundo país europeo con mayor número de banqueros que ganan más de dos millones al año; las personas que declaran más de treinta millones son hoy el doble de las que lo hacían en España en el 2007; crecen las empresas del sector sanitario privado; tres marcas bancarias controlan cada vez más mercado y quieren triplicar las tasas de sus cajeros.

En el debe de la depresión social y los recortes del Estado de bienestar: se duplica el déficit de la Seguridad Social; más de cuatrocientos mil dependientes siguen en lista de espera para recibir sus ayudas; más de la mitad de los becarios mayores de treinta años trabajan gratis y, según la OCDE, los jóvenes españoles tardan años en encontrar empleo y aceptan lo que sea.