A los mandos

Carlos Agulló Leal
Carlos Agulló EL CHAFLÁN

OPINIÓN

30 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Por primera vez en mucho tiempo da la sensación de que puede ser que sí haya alguien a los mandos. El presidente Rajoy, en al recta final de la que todavía no se sabe si es su despedida y con las Cortes ya disueltas, empieza a hacer los gestos que quizás debió haber hecho antes para evitar llegar al punto (delicadísimo) en el que estamos. Es sabido que él proclama siempre que no es partidario de actuar bajo la influencia de la ansiedad, pero hasta ahora más parecía presa de una especie de atrofia que le mantenía incapaz de arrebatar la iniciativa política a quienes se propusieron llevar su pulso soberanista hasta las últimas consecuencias.

No se podrá culpar a Rajoy, pese a su enrocamiento, de que Mas y quienes siempre se declararon abiertamente independentistas quisieran colocar el asunto en el punto de quiebra, aprovechando el contexto de crisis social, económica y también institucional. Pero la búsqueda de espacios de encuentro de todas las fuerzas políticas contrarias a la independencia de Cataluña y a que se haga una declaración unilateral e inconstitucional quizás hubiese frenado el ímpetu de los fogoneros del desafío. Claro que a Rajoy se le puede culpar de su propio oportunismo partidario, pero no del de los demás, porque da la sensación de que nadie estaba dispuesto a dejar la contabilidad electoral.

Quizás hayan entendido que el tiempo de las bromas terminó. De otro modo y ante la proximidad de otra cita electoral se hubiesen resistido a dar la más mínima oportunidad a la unidad. Por eso los movimientos de estos últimos días permiten albergar la esperanza de que el tren no circula solo. Y tras la unidad, hará falta inteligencia. Y firmeza y flexibilidad en dosis parejas.