Incontestable

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

01 abr 2017 . Actualizado a las 10:37 h.

Dejé de leer a cierto columnista el día en que insinuó la deshonestidad de un colectivo apoyándose en su propia deshonestidad: reconocía que él mismo había corrompido a uno de ellos para favorecer a unos amigos. Lo traigo a colación solo como un ejemplo de la calidad de nuestro debate público. Ayer volví a leer a este señor, no sé por qué. Espigo unas frases para mostrar en qué senderos de delicada argumentación y sofisticado matiz se producen y reproducen las opiniones hispanas.

Ya en el primer párrafo: «Ha sido muy importante que el PP de Madrid haya inclinado su orgullosa cerviz ante la razón para que el partido del Gobierno en España haya cedido a ese empujón cívico». Habla de la discusión sobre la muerte digna en el Congreso. El hombre se sitúa directamente en la razón y ampara su parecer en la ciudadanía. Una falta de modestia que no le impide calificar de orgulloso al otro. Pero lo que más me preocupó venía después: «La ley madrileña ya es incontestable por unánime». Ergo, si algo se aprueba por unanimidad, ya no se debe discutir: se convierte en materia inapelable, que no cabe objetar. La frase refleja muy bien el estado de nuestra libertad de expresión menguante: cuando un asunto alcanza el estatus legal que sus promotores desean, el debate queda cancelado, la verdad ha sido establecida y ya no se puede dialogar más. Y con la supresión definitiva del debate, se anula también cualquier posibilidad de progreso. El sueño perfecto de cualquier reaccionario.

Defender la libertad de expresión nos conviene mucho, porque supone defender la inteligencia y la madurez. El inmaduro odia las opiniones contrarias, sobre todo, porque no sabe dar razón de las propias.

@pacosanchez