Violencia de género

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

30 jul 2017 . Actualizado a las 09:33 h.

Tras largos meses de debate, esta semana se ha dado una feliz coincidencia en los ámbitos parlamentarios español y tunecino: la aprobación de medidas contra la violencia de género. Así, a pesar de las dificultades y del desacuerdo, por ejemplo, del partido feminista, en España se ha logrado un gran pacto de Estado para aprobar 212 medidas contra la violencia de género. Un pequeño paso para los políticos y un gran paso para la sociedad porque, obviamente, muchas de estas medidas ya existían y porque ninguna ley puede aplicarse sin medios económicos pero, sobre todo, si los ciudadanos no la apoyan. No es el caso. Este gran pacto, deslucido por la abstención de Podemos, da respuesta al clamor popular ante el aumento de las muertes de mujeres a manos de sus parejas o exparejas. Sin duda, es solo el primer peldaño de la gran escalera que todos debemos de ir subiendo hasta alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres. Por su parte, los 146 miembros del parlamento de Túnez han aprobado por unanimidad la ley de lucha contra la violencia contra las mujeres. La nueva ley, entre otros, elimina el infame artículo 227 bis del Código Penal que permitía al violador de una menor de 15 años librarse de la cárcel si se casaba con ella. Y establece penas para todos los que violen a menores e incluso aumenta la edad en la que se reconoce la plenitud sexual, de los 13 a los 18 años.

Cuestiones que a nosotros nos parecen superadas han sido acogidas con gran alegría por la mayoría porque esta ley, consagra el principio de que la violencia contra la mujer es un delito público. En ambos casos, un largo camino por recorrer.