#Juananoestáenmicasa

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

15 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aver si recuperamos la cordura, porque llevamos unas semanas que el calor nos está dejando alelados. Juana Rivas, la madre granadina que desde hace veinte días se encuentra desaparecida junto a sus hijos, ha dicho ayer, a través de un escrito, que no ha hecho nada fuera de la ley. Las plataformas que la apoyan suscriben la declaración, lo mismo que hacen miles de ciudadanos e incluso, y lo que es más grave, algún responsable político, incluido el presidente Rajoy, que no dudó en asegurar que «hay que ponerse en el lugar de esta madre», cuando ya estaba huida. 

El asunto de la progenitora que se fuga para proteger a sus hijos del maltrato paterno, es especialmente discutible y, sobre todo, muy pasional e íntimo. Resulta loable que Juana Rivas, o quien sea, se parta el alma por sus niños, pero eso no la autoriza a vulnerar una sentencia judicial, dictada con arreglo a la legalidad vigente. Juana Rivas puede decir o hacer lo que quiera, pero se ha situado al margen de la ley. Y lo que resulta más preocupante es que quienes defienden su escapada aprueben el incumplimiento judicial.

Alguien tenía que haberle dicho a esta madre que con esta actitud no está defendiendo a sus hijos; que convirtiéndose en prófuga daña a los pequeños. Y alguien tenía que haberle dicho también que llegará el momento en que tendrá que dar cuenta de sus actos delictivos, incluso perdiendo la patria potestad de sus hijos o ingresando en prisión. Y, entonces, quienes ahora dicen apoyarla creando el hashtag, manifestándose y jaleándola, darán media vuelta y se irán tranquilamente a sus casas.

Por eso #Juananoestáenmicasa. Porque si estuviese le obligaría a acatar las resoluciones judiciales. Porque ir contra la ley no conduce a ningún lugar. Y, por encima de todo, le haría ver que con este comportamiento está perdiendo la razón. Y dañando terriblemente a sus hijos.