«¡Jopestes!»

José Francisco Sánchez Sánchez
Paco Sánchez EN LA CUERDA FLOJA

OPINIÓN

24 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Una de las más grandes glorias que puede alcanzar el artista consiste en que la gente repita sus palabras atribuyéndolas al saber común: es decir, precedidas de un «como decía aquel» o pronunciadas con la naturalidad de lo compartido. Me gustaría saber qué sentía Forges cuando escuchaba decir «bocata», «segurata», «tropecientos» o cualquiera de las muchísimas palabras que llegó a inventarse a lo largo de su carrera y que hicieron fortuna en la lengua de la gente.

Le conocí una tarde de julio, en una librería en la que ayudaba los veranos. Me llegaron, desde detrás de un expositor de novedades, unas carcajadas sonoras, incontroladas y escandalosas que se estiraban por los minutos. Me acerqué y era un hombre de unos cuarenta años, alto, con un libro blanco abierto en la mano. En la portada se veía un bocadillo de viñeta, gigantesco y de trazo grueso, que contenía un número dos. Cuando el hombre por fin se fue, cogí el libro: el Forges número 2. Empecé a leerlo y a reírme.

No era solo que tuviera gracia: el título de esta columna procede de una viñeta en la que el personaje, no recuerdo por qué, terminaba con un «¡Jopestes, día chorra!». Y la expresión se me quedó para siempre. Además de humor, había allí algo nuevo, una frescura desconocida, muy agradable, que envolvía en velos de compasión la crítica más feroz. Entre mis amigos se recuerda mucho la del psiquiatra que, preguntado por la mujer del paciente sobre si debería cambiarle la medicación, contesta que hay que cambiarle de… periódico. O el del Blasillo que le dice al otro: «Cualquier día de estos me lío la manta a la cabeza y me compro un libro». Leídos hoy, mantienen su intención. Como los clásicos.

@pacosanchez