Cómo conducir en autopistas

Paco Costas PERIODISTA EXPERTO EN TEMAS DEL AUTOMÓVIL (BUEU, 1931-MADRID, 2018)

OPINIÓN

15 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Por ser las autopistas vías rápidas de circulación específica, el automovilista que las utiliza tiene que adecuar su forma de conducir de modo muy concreto a las condiciones de este tipo de vía que si, por un lado, ofrece las mayores garantías de seguridad existentes, presenta, por otro, la dificultad de convertirse en extremadamente peligrosa si hacemos mal uso de ella.

La densidad del tráfico en ocasiones y la velocidad que puede alcanzarse en las autopistas determinan que la capacidad de reacción de cualquier conductor y, consecuentemente, el margen de tiempo para corregir errores sea mínimo. Los accidentes en autopistas, salvo pocas excepciones, son casi siempre graves.

Varias suelen ser las causas principales de estos accidentes: falta de observación y prevención de las maniobras propias y de las que realizan o pueden realizar otros vehículos; no mantener la distancia de seguridad necesaria con los demás vehículos que circulan delante y detrás del nuestro (un 25 % de los accidentes se deben a alcances casi siempre en cadena y nada menos que el 50 % a salidas de pista en la dirección interior de las barreras de protección o en el espacio que divide la autopista, llamado mediana).

Podemos asegurar sin temor que en las autopistas las normas del Código de Circulación, aun estando perfectamente estudiadas, se quedan casi cortas, por lo que un conductor consciente debe concederse a sí mismo un margen de seguridad a su favor por encima del espíritu de la letra.

Hasta aquí lo que podríamos llamar parte negativa en la utilización equivocada de las autopistas, debida casi sin excepciones a errores del conductor. Veamos ahora, un poco por encima, algunas de las ventajas únicas que posee una autopista bien utilizada: elimina totalmente el enorme riesgo del tráfico en sentido contrario; ningún cruce a nivel; carriles de aceleración y deceleración con la longitud y anchura apropiados a cada zona; una red de servicio en permanente comunicación, policía, auxilio, limpieza y conservación.